A finales del 2012, importantes organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyectaban que México podía lograr un crecimiento económico de entre 5 y 7%, frente a estas proyecciones algunos de los principales periódicos estadounidenses denominaron a este periodo como “The Mexican Moment”.

Sin embargo, como sabemos, estas expectativas se quedaron sólo en eso y aunque la economía nacional creció, lo hico muy por debajo del desempeño esperado, con un promedio de entre 2.4% y 3.3% en el año de mayor crecimiento (2015), las perspectivas tan positivas que se tenían para el país quedaron opacadas por una desaceleración económica global y una significativa caída de los precios de petróleo, el famoso “Mexican Moment”, llegó en mal momento.

Comparto este suceso de nuestra historia reciente porque me parece que en 2012 faltó algo en la visión de los diarios estadounidenses para hablar de un verdadero “Momento Mexicano” y es que en ese entonces los únicos indicios a los que atribuyeron el crecimiento del país tenía que ver con las decisiones del gobierno, dejando de lado varios elementos que sin duda también son indispensables para el desarrollo económico de un país.

Entre los muchos factores que intervienen en el desempeño económico, hay uno que me parece se encuentra en un momento de gran relevancia para impulsar la recuperación económica de México: las startups.

Las startups son consideradas como pequeñas empresas de reciente creación, con alto potencial innovador y tecnológico, tienen la característica de que su modelo de negocio es escalable y su crecimiento puede ser exponencial.

En los últimos meses hemos tenido muy buenas noticias de las startups mexicanas, desde el año pasado con el anuncio de KAVAK, como primer unicornio mexicano, este tipo de noticias no pararon, en seguida llegó BITSO, que logró una ronda de inversión de 
2 mil 200 millones de dólares, después GBM y hace unos días la Fintech Financiera CLIP recibió una ronda de inversión de 250 millones de dólares, posicionándose en la lista de unicornios mexicanos.

Todos estos unicornios son una excelente señal para el ecosistema de emprendimiento de México, pues no tengo duda que traerán repercusiones positivas para el futuro de muchas empresas y emprendimientos de cara al futuro.

La pandemia por el Covid-19 nos dio la oportunidad de reconfigurar el mundo que queremos, de proponer nuevas maneras de hacer las cosas, nuevos esquemas y nuevos modelos y estoy convencido que las startups son actores claves para esta tarea, en este 2021 y en los años venideros, la tecnología será el eje de los negocios, la innovación será la clave para tener éxito y el emprendimiento será una actividad que esté presente en todos los sectores de la sociedad.

Sectores como el de servicios a PYMEs, pagos electrónicos, comercio en línea, ciberseguridad, inmobiliario y construcción, entre otros, son territorios abiertos para las startups. Además, empresas consolidadas han empezado a adquirir, invertir o apoyar a startups para que, en el futuro, sean sus ‘’brazos’’ tecnológicos y de innovación.

Con las startups estamos en el verdadero “Momento Mexicano”.

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