El debate de esta noche es muy importante. Se trata de un ejercicio que le preocupa a toda la nación, ya que, a diferencia de otros momentos, tendrá a cinco complejas personalidades cara a cara. Ojalá haya buenos resultados.

Por supuesto que la mayoría de los mexicanos tenemos preguntas para los aspirantes a la Presidencia. Me gustaría cuestionarle a los candidatos, independientemente de cómo van las encuestas, si ya pensaron qué personalidades, qué políticos, van a colocar en las diferentes Secretarías de Estado. Lo mismo con el resto de los postulados a cargos públicos en los estados y los municipios.

¿Quiénes formarán su equipo de trabajo? Ésa es la pregunta.

Uno de los principales problemas de este país es que aquellos que son designados por el ganador como parte de su grupo de trabajo no siempre son los mejores. Por eso es muy importante tener conocimiento de las personalidades que ocuparán estos cargos tan importantes para el desarrollo del país, que no metan a los amigos o a gente que ayudó en sus campañas.

Lo ideal sería armar un equipo con personas de transparencia comprobada y con experiencia en los diferentes campos que se requieren. Se necesita gente honesta, pero también capaz, con conocimientos administrativos y técnicos suficientes para aportar.

Ojalá los candidatos hablen de eso en el debate, porque son puestos de mucha responsabilidad.

Si no configuran un equipo adecuado, el pueblo mexicano va a sufrir los siguientes seis años, como ha sucedido hasta ahora.

Esto siempre ha sido mi preocupación, y en el deporte más, porque me he dado cuenta de que los gobernantes, por lo general, designan, en el deporte, al último personaje que se les atraviesa y que les ayudó cuando eran aspirantes, aun cuando no tenían ningún conocimiento en este rubro.

Muchas veces colocan a deportistas que no tienen la experiencia. No quiero decir que los ex atletas no son capaces, pero recordemos el inicio del presente sexenio con un medallista olímpico al mando, cuando, a pesar de contar con un gran presupuesto, se convirtió en la peor administración del deporte en la historia.

Debe existir conciencia en los candidatos, interés por tener a su lado a los mejores. Si empiezan con eso, las cosas pueden cambiar. Ojalá nos hablen de manera clara.

Una última reflexión: “El peor corrupto es un incapaz”. Esto es verdad. Las personas que no son capaces de plantear una solución a las fallas del sistema solamente se convierten en parte del problema y no merecen el lugar que ocupan.

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