“Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: el Día de la Madre. El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces…”

Comienzo con este fragmento del poema de Isabel Allende que representa a mi juicio a la perfección al ser más hermoso que existe: mi madre.

Hoy me tomaré el atrevimiento de dedicar este espacio a la mujer que me lo ha dado todo y en celebración a las miles de madres mexicanas que este día, como afirma Isabel Allende, derraman más de una lágrima de felicidad, porque nosotros, sus hijos tenemos algún gesto de agradecimiento o festejo.

Y es que cómo no dedicar un día entero a agradecer a quienes nos dedican su vida entera. Mi madre ha sido la responsable de la persona que hoy soy, ha sido con ese amor maternal que es solo de ella, sin descanso y sin pausa quien toda mi vida ha estado conmigo, ella si, en las buenas y en las malas.

Mi madre, para quien sin tener la vida resuelta siempre lo primero he sido yo, ella que me ha dedicado sus días, sus noches, sus sueños, sus sonrisas, sus lágrimas, sus anhelos. Ella que ha tenido siempre el consejo atinado, el abrazo perfecto, la sonrisa constante, el oído dispuesto, ella que sin reservar nada para sí misma me lo ha dado todo con amor.

Yo hoy quiero darle las gracias, gracias por dedicar tu vida a la mía, gracias por todas esas veces que me decías: ¡ten cuidado, no te vayas a caer. Vaya que de cuántas caídas en la vida me has salvado! Y de las que no ha sido posible evitar, gracias por estar ahí para levantarme diciendo: no pasa nada, ¡sigue adelante! Gracias, por todas esas veces que me decías: abrígate, ¡no te vayas a enfermar! De más de algún resfriado me salvaste y de los que no fue posible, gracias por estar siempre a lado, haciéndola de doctora, enfermera y ¡madre al mismo tiempo! Gracias, por todas esas veces que me decías: tranquila, camina, ¡no quieras correr! Porque gracias a eso he aprendido a disfrutar y a vivir cada minuto de la vida. Gracias porque con tu cariño, paciencia y experiencia ¡me enseñas el arte de vivir la vida!

Te pido perdón por aquellos malos ratos que te he hecho pasar, aquellas “canas” que te he sacado y que hoy te hacen la mujer más bella que existe pues para mi tú eres una belleza, muchos te quieren pero nadie te quiere como mi amor por ti en verdad. Tú, mamá, siempre estarás y tendrás mi corazón porque me diste la vida, me das tu amor y yo te lo pago con mi corazón.

Yo hoy solo quiero decirte, gracias. Quiero decirles a todas esas mujeres, que como mi madre, han dedicado sus vidas a sus hijos, gracias. Gracias porque con su instinto maternal hacen de este mundo un mejor lugar, porque con su amor forman buenas personas y no muy seguido nos detenemos a reconocerles esta labor titánica que más que humanas las convierte en heroínas todos los días.

Un agradecimiento muy especial y sincero a tantas mujeres que he tenido el privilegio de conocer y que con el amor que las caracteriza como madres me han abierto las puertas de su corazón.

Feliz Día de la Madre.

Regidora del Ayuntamiento de Querétaro

Google News