Algunas encuestas realizadas entre junio y agosto colocaban a tres partidos como preferentes. El PAN estaba décimas arriba de Morena y le seguía el PRI con un punto menos.

En julio midieron los posibles bloques de partidos, la unión PAN-PRD-MC contaba con cinco puntos porcentuales arriba del bloque Morena-PT y seis del bloque PRI-PVEM-PNA-PES.

Los candidatos independientes aparecen como quinta opción.

El electorado se comporta de diferentes formas según la edad del votante, entre los jóvenes el partido de su preferencia es Morena, adultos PAN y mayores PRI.

Hay tendencia de rechazo hacia todos los partidos. En las preferencias electorales para presidente de la República sin mencionar candidatos ni alianzas, 30.3 de los entrevistados no declara.

En la medición de preferencia según edad, del segmento 18-29 años 33.2 aún no ha definido su preferencia; del segmento de 30 a 49 años, 32.6; de 50 años a más, 24.4.

El voto representa la decisión suprema del elector, motivado por diferentes factores, circunstancias, filias y fobias políticas, es decir, es el resultado de un proceso sociocultural y político, y lo vemos reflejado en la pregunta: “Si hoy fuera la elección para pre sidente de la República, por cuál partido votaría?”, 39.7 % de electores aún no han definido por quién votar.

El rival a vencer de la democracia mexicana es el abstencionismo. Pero no hay que perder de vista que los millennials tendrán una participación importante en la elección ya que son 50.59% de los electores entre los 18 y los 39 años de edad de acuerdo con el listado nominal.

Son alrededor de 30 millones de personas bajo esta condición, son el sector más amplio en edad de votar y ahora tienen la responsabilidad de participar en las elecciones, una situación no menor, es definir el futuro del país. Ninguno de los bloques de partido tienen la totalidad de su voto, cada uno de ellos tienen entre 12 y 18% de aceptación en ese grupo.

Por otro lado, la percepción de los ciudadanos hacia los partidos políticos es mala, lo que se muestra ese 40% de electores es que aún no definen su voto, por lo que la tarea de los partidos es analizar quién o quiénes de las personas que podrían estar en la boleta de julio de 2018 tiene el perfil idóneo que buscan los ciudadanos y cómo obtuvo la candidatura. Es decir, qué método aplicaron los partidos para elegir a su candidato, o bien, fue designado por un grupúsculo de integrantes de un partido.

También hay que tomar en cuenta, que los candidatos encabezarán bloques de partidos, hasta el momento habrá al menos 5 candidatos, uno por cada bloque, no descartando los movimientos de cada uno por inminente incumplimiento de las cuotas pactadas. Y esos bloques, en el momento procesal oportuno, registrar coaliciones electorales. También debemos de tomar en cuenta que podría haber dos candidatos independientes.

Aunado a lo anterior, existe la posibilidad de que algún partido mediano o chico se presente con candidato propio.

El método que elija cada partido para selección de su candidato es lo que puede lograr el interés de ese segmento de población para que acuda a votar. Por ello, la candidatura que resulte de un método abierto, que abra espacios a los ciudadanos, tanto en su selección, como en sus cualidades, características y virtudes, podría llevarse hasta 5 puntos porcentuales. No perdamos de vista, que la diferencia será menor a esos 5 puntos hasta hoy imaginarios.

Para los partidos la tarea no es fácil. Tienen que convencer a una población informada y escrupulosa, de aquí que el método de selección de candidatos, sea importante para obtener el triunfo en las elecciones.

Ex presidente municipal y ex legislador federal y local. @Chucho_RH

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