Si comprendiéramos bien la importancia del deterioro al medio ambiente que hemos provocado los seres humanos y su trascendencia en el futuro cercano, no debería quedar duda del compromiso que tenemos todos de participar en detener el daño que estamos causando y tratar de revertirlo.

Seguramente, sin propósito de ser pesimista, existen afectaciones irreversibles. Si no modificamos la visión equivocada que apuesta por la generación de ganancia económica y desprecia nuestro medio ambiente, el resultado será funesto. El gran reto está en lograr la armonía entre desarrollo económico, social y medio ambiente, como se ha indicado con persistencia.

En los tres órdenes de gobierno se pueden ver esfuerzos y acciones en materia del cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, acentuados en los últimos años. Asimismo, ha sido de gran importancia la participación activa de la sociedad civil, asociaciones ambientalistas, así como empresarios e industriales que apuestan por el desarrollo sustentable y se comprometen en la mejora de los procesos y llevan a cabo auditorías ambientales de manera voluntaria, pugnando por abatir la contaminación y disminuir el consumo de energía mejorando sus procesos, lo que representa beneficios ambientales para todos, entre otras ventajas.

La generación de riqueza que provoca daños al medio ambiente y a los recursos naturales, sin resarcimiento, no es desarrollo, es más bien depredación.

El gobierno federal instaló recientemente la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático para garantizar la transversalidad y corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad civil, involucrando trece secretarías de estado y un consejo consultivo con reconocidos miembros de los sectores social, privado y académico. Lo anterior, considerando que el cambio climático es el mayor problema de la humanidad en este siglo. Este cambio climático provoca pérdida de biodiversidad, disminución de los servicios ambientales prestados por los ecosistemas, cambios en la disponibilidad del agua, degradación de suelos, desertificación y una mayor incidencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos.

Esta comisión impulsa la suma de esfuerzos y el trabajo coordinado de secretarías del gobierno federal, con el empeño en lograr el trabajo de equipo y el mejor aprovechamiento de los recursos económicos y humanos en favor del medio ambiente.

En los gobiernos estatales como en los municipales, también deben sumarse esfuerzos, se requiere trabajo de equipo, los servidores públicos tenemos la mayor obligación de coadyuvar en estos propósitos. La cooperación entre dependencias es fundamental para potenciar el trabajo, es una obligación de todas, lo mismo que de los funcionarios públicos que las encabezan, los mandos medios y en general todo miembro del servicio gubernamental, en una ética que debe caracterizar a todo servidor público en el ejercicio de su función.

La cooperación entre los tres órdenes de gobierno resulta esencial y también es un deber para potenciar la gestión pública. Para Querétaro es pertinente, en materia de medio ambiente y desarrollo urbano, la coordinación y la cooperación entre la Sedesu, SDUOP, delegación de la Profepa, delegación de la Semarnat, CNA, CEA, municipios y Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (Pepmadu), no solamente por lo que la ley obliga, sino por ética en el servicio público.

Querétaro sustentable busca, entre otras cosas, asegurar la calidad de vida y crear oportunidades a las generaciones actuales y venideras, todo esto anima y apoya nuestra encomienda, siguiendo el ejemplo que ha establecido el presidente de México, Enrique Peña Nieto y en Querétaro, nuestro gobernador, José Eduardo Calzada Rovirosa.

Procurador Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano

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