Ya en varias ocasiones, en este espacio, hemos expresado el valor y el importante crecimiento de los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias; también #DialogANDO con distintos expertos en el tema se concluye que la mediación de conflictos prácticamente está tocando todos los ámbitos donde el ser humano se desarrolla y ha dejado de ser un espacio exclusivo de partes en conflicto en búsqueda de la justicia en los tribunales de este país.

Hoy la Mediación de Conflictos o los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias como ya los define la propia Constitución de este nación, abre el abanico de posibilidades para que a través del dialogo participativo, las partes ayudadas por un tercero busquen un posible acuerdo entre sus posiciones francamente encontradas.

Ya la podemos ver de manera gradual en espacios educativos, centros laborales y hasta en las mismas comunidades donde se gesta poco a poco la cultura de la paz como herramienta de distensión de los problemas que día a día vivimos en nuestro propio hábitat.

Sin embargo, algo que parecía impensable era el hecho de que los militantes de un partido político pudieran recurrir a un proceso de mediación de conflictos intrapartidarios; tan es así que a la fecha los partidos solo cuentan con una “Comisión de Orden” con pocas herramientas para conciliar, pero con muchas ganas de expulsar a integrantes non gratos.

La reciente aprobación en México de la Ley General de Partidos Políticos en su capítulo VI, establece como obligación hacia los partidos que en sus procedimientos de Justicia Intrapartidaria deben incluir Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias.

Esta justicia intrapartidaria deberá recaer en un órgano independiente, imparcial y objetivo, el cual tendrá la responsabilidad de dirimir controversias de carácter interno, estableciendo los casos en los que son procedentes utilizar la mediación como herramienta de distención.

Este nuevo sistema de justicia intrapartidaria tiene un gran reto por delante; primeramente en un mismo cuerpo colegiado se deberán resolver de manera pronta y expedita aquellos asuntos que sean llevados a su discusión y también buscará reconciliar a las partes, situación que suena difícil cuando se piensa en la política como solo la estrategia de “matar o morir”.

Cumplir esta obligación no será fácil, los partidos políticos deberán actuar rápido para subirse al tren de la mediación de los conflictos como instrumento de paz, seguramente para algunos será un tema de poca relevancia por la gran competencia que existe en el ámbito político, pero, seguro estoy, que en pocos años ya tendremos a la mediación de conflictos políticos dentro del catálogo de las actividades que pueden mediar.

Director General ArtMol Consultores y Servicios

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