Miles de personas marchamos en la Marcha del Orgullo LGBTI+ de la mano de nuestros hijos, amigas, ahijadas, colegas y hermanos en la exigencia por sus derechos. Fue un acto gozoso, donde pudo más el amor que la lluvia o la Covid. Las banderas del arco iris ondearon frente a los monumentos más emblemáticos de Querétaro, con un mensaje multicolor: “Aquí estamos y no nos vamos”. Aun así, las autoridades queretanas se niegan a escuchar sus reclamos.

En nuestro estado a las y los integrantes de la LIX Legislatura simplemente no les da la gana cumplir con el mandato constitucional de igualdad y no discriminación en materia de matrimonio igualitario, aun cuando bien saben que no existe una justificación jurídica para impedir que las personas homosexuales y lesbianas se casen con quien quieran.

No legislan porque no les da la gana. Porque saben que no hay razón legal para que la diputada Verónica Hernández y sus compañeros y compañeras de bancada mantengan en la congeladora las iniciativas de ley que corregirían la inconstitucionalidad del artículo 137 del Código Civil del Estado de Querétaro.

Las y los legisladores de la LIX Legislatura protestaron cumplir y hacer cumplir la Constitución Mexicana.

Su juramento fue una farsa. Si hubiese sido real hace mucho que habrían cambiado la ley.

Por eso digo que no les da la gana. Porque si actuaran conforme a derecho harían a un lado sus prejuicios, fobias y dogmas de fe y cumplirían con sus  obligaciones. Sin embargo, especialmente los y las legisladoras de la bancada del PAN, insisten en imponer o perpetuar sus creencias personales en la norma. Pareciera, incluso, que intencionalmente violentan los derechos humanos de las personas que tienen una orientación sexual, una identidad o una expresión de género que ellos reprueban.

Por eso digo que no les da la gana. Aun cuando tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Aunque la Corte Suprema y la CNDH determinaron desde 2015 que limitar el matrimonio por razones de orientación sexual es inconstitucional y que las posturas que consideran las relaciones heterosexuales como "normales, naturales, ideales, buenas o bendecidas" y las homosexuales como "malas, anormales, contra la naturaleza o maldecidas" son discriminatorias. A pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señale que la falta de consenso sobre el respeto pleno de los derechos de las personas LGBTI+ no es un argumento válido para impedir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Por eso digo que no legislan el matrimonio igualitario porque no les da la gana.

Ya es hora de que entiendan que un derecho no es algo que alguien te quiere dar, es algo que nadie te puede quitar, por eso se llaman derechos, no favores. Ya es tiempo de que las y los integrantes de la Legislatura de Querétaro dejen sus prejuicios fuera de sus curules y hagan su trabajo. Aunque no les dé la gana.

Directora Regional de CELAPAZ e integrante de la Red Nacional de Alertistas. 
Twitter: @mcruzocampo 
Fb: maricruz.ocampo

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