La situación actual de inseguridad en el país es muy delicada. Hay varias cuestiones que aquejan sobremanera a nuestra sociedad de una manera que impide la tranquilidad y la vida diaria de las personas. ¿Cuál es el panorama de México en este contexto y qué rol ha tenido el presidente Andrés Manuel López Obrador?

La inseguridad es uno de los temas que a más mexicanos les preocupa de la situación en el país. Ciertamente hay otros rubros más, como la economía y los medicamentos, que forman parte de los principales intereses de la población. No obstante, sin paz, no hay estabilidad, y sin ella, el progreso de la sociedad se vuelve distante y se pueden originar más problemas difíciles de solucionar. Los feminicidios, los asesinatos a periodistas, el narcotráfico, etc., son de las acciones que recurrentemente han estado presentes en la conversación pública y, por ende, que mayor preocupación genera.

En torno a la primera situación, resulta absolutamente trágico que un gobierno que se dice de izquierda no sea sensible a las peticiones, sobre todo de colectivos feministas, para mejorar las condiciones de las mujeres y atender de mejor manera a los feminicidios que ocurren en el país, y que, en cambio, señale puerilmente que las marchas y peticiones feministas son en realidad ataques organizados por parte de la oposición política.

Para poder solucionar el problema de los feminicidios en el país se necesita atender al problema desde la raíz, y para eso el primer paso es mostrarse sensible ante la situación y comprenderla, algo que no se ha visto del mismo presidente.

Hay mucho trabajo por delante en la actual administración, pero también para las siguientes.

En torno al asesinato hacia periodistas resulta sumamente lamentable que tan sólo en lo que va del año se hayan registrado 12. Para fines oficiales y burocráticos, es un número que aumenta la cifra en este rubro a casi cuatro decenas durante los poco más de tres años de la administración de López Obrador. Sin embargo, no son una cifra, sino un ataque a la sociedad mexicana, a la familia de las víctimas y a la misma democracia de México.

Debemos recordar que los periodistas realizan una labor indispensable para la democracia, puesto que buscan, increpan y revelan la verdad, que en muchos casos puede ser incómoda para algunas personas, pero que es información elemental para exigir transparencia, rendición de cuentas y cambios propositivos en los gobiernos. Además, el periodismo fomenta la libertad de prensa y de expresión que son pilares fundamentales para la democracia.

La tercera situación es también delicada. El narcotráfico es una práctica deleznable que ha atentado contra la sociedad mexicana de manera prominente desde hace unas cinco décadas, pero a medida que pasa el tiempo, los agravios han crecido. No obstante, el Gobierno Federal, a pesar de manifestar su compromiso por disminuir el narcotráfico en el país, su política “abrazos y no balazos” resulta carente de seriedad para afrontar el delito.

Escritor, historiador e internacionalista
 niels.rosas@gmail.com
Twitter: @NielsRosasV

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