Como todos los lunes los saludo con mucho cariño. En esta ocasión hablaremos de aquellos patrones dañinos que adoptamos en el amor y que se asemejan a algunas de las historias que conocemos en la realidad. He aquí los que en mi experiencia terapeútica he visto más comunmente:

1. Síndrome de Ana Karenina: ¿Te acuerdas de esta novela de León Tosltoi? Bueno, pues habla de una mujer que se obsesiona a tal grado por el amor de un hombre, que la llevó a perder todo, a arriesgar todo por amor, a olvidarse de sí misma y darle todo al objeto de su afecto, quien, en cuanto obtuvo todo lo que quería sin ninguna resistencia, no tenía ya razón para conquistar, aburriéndose de ella, lo cual provoca que Ana Karenina se suicide en su desesperación. Es muy trágica la historia, sin embargo, cuántas mujeres dejan todo por un hombre con la esperanza de que las quiera, perdiendo incluso su dignidad. Mujeres que mantienen, pagan deudas, resuelven problemas e incluso se meten en problemas por el hombre que dicen amar. Lo que no saben  es que en realidad esto no es amor, “es obsesión”, ya que el amor no es sufrimiento y jamás se deben transgreder los límites y valores por nadie. El amor es gozo, crecimiento y reciprocidad.

2. Síndrome de Wendy y Peter Pan: Como todos sabemos Wendy jugaba a ser la mamá de Peter Pan, y esto comúnmente lo vemos en las relaciones donde las mujeres maternan a sus parejas diciéndoles cómo tienen que comportarse, qué tienen que hacer e incluso cómo tienen que vestirse. Los cuidan, apapachan, consienten con el fin de ser necesitadas por sus parejas. Lo que no entienden  es que los hombres no necesitan otra mamá porque ya tienen una, necesitan mujeres y ellas necesitan a un hombre que las trate como tal.

3. Síndrome de Penélope: La canción del mismo nombre de Joan Manuel Serrat refleja lo que muchas mujeres hacen “idealizar al hombre”. Trata acerca de la historia de una mujer que se enamora de un hombre que le dice que volverá a buscarla algún día y ella se queda esperando en la estación del tren por años. Cuando finalmente regresa el amado, ella le dice que no es quien esperaba, quedándose sola en la estación. Es decir, son aquellas mujeres que subliman al amado y lo convierten en su príncipe azul, lo cubren de expectativas que no son reales; de tal manera, que cuando ven que el hombre que han idealizado no cumple con ellas, se desilusionan profundamente y prefieren seguir con el personaje idealizado.

Es importante entender que las expectativas son la trampa del amor, ya que al no corresponder con la realidad la persona comienza a exigir al otro que cambie. Cuando esto no sucede es causa de una profunda frustración, lo cual, la llevará a idealizar a otra persona, ya que es más fácil relacionarse en la imaginación de una manera perfecta que aceptar la realidad o, quedarse eternamente con la imagen idealizada sin atreverse a conocer a una persona real.

4. Síndrome de Cenicienta: Son las mujeres que son buenas, buenas, buenas, que jamás ponen límites en el nombre del amor, y que permiten toda clase de humillaciones en su nombre. Esperan que algún día sus sacrificios sean valorados, lo cual nunca sucede, ya que la valoración no debe depender nunca de alguien externo. Si no te valoras, es imposible que te valoren. Si no te reconoces es imposible que te reconozcan. Esto en realidad refleja una muy baja autoestima. También están esperando que venga un hada madrina al rescate de tanto sufrimiento lo cual nunca sucede. Si no te gusta cómo te tratan en una relación, no es el otro el que necesita cambiar, eres tú la que necesita cambiar y tomar acción.

5. Síndrome de la bella durmiente: Son las típicas evitadoras de las relaciones, prefieren seguir dormidas tratando de no ver lo que está pasando en sus relaciones para no responsabilizarse y tomar acción. No esperes que el príncipe te despierte con un beso. Aunque duela, ve lo que está, no lo que quieres ver.

Recuerda que existen formas sanas de relacionarse donde dos personas “adultas”, deciden crear una relación basada en el respeto, compromiso, empatía y crecimiento mutuo. Los cuentos y novelas reflejan muchas veces estas formas distorsionadas de relacionarnos en pareja. Te invito a que te salgas de estas historias si es tu situación y te atrevas a crear una relación verdaderamente real.

Google News