“Cambia antes de que tengas que hacerlo,” escribió Jack Welch y vaya que esto se aplica con todo rigor y profundidad a los sindicatos tradicionales; leerá usted el porqué de mi afirmación: Con las recientes reformas los artículos 107 y 123 Constitucional y a la Ley Federal del Trabajo, han surgido nuevos derechos de los trabajadores:

1.- Organizar y constituir un sindicato, federación o confederación; 2.- Pertenecer o no a un sindicato, o elegir el de su preferencia; 3.- Ejercer un voto personal libre, directo y secreto, para: a) Elegir a sus representantes sindicales, b) Aprobar las condiciones de su contrato colectivo de trabajo; 4.- Conocer con anticipación las convocatorias y padrones para los procesos de consulta; 5.- Tener una representación proporcional de género en las plantillas dentro del proceso de directiva sindical; 6.- Solicitar la verificación por la autoridad de los procesos de elección de directivas sindicales, cuando más del 30% de los trabajadores lo respalden; 7.- Recibir un ejemplar, por escrito o electrónico de su contrato colectivo de trabajo; 8.- Presentar una inconformidad si no ejerció su voto de forma personal, libre, directa y secreta, o si detectase alguna irregularidad en el proceso de consulta; 9.- Recibir por escrito, al menos cada 6 meses un informe sobre el manejo de los recursos del sindicato, para conocer cómo se utilizan las cuotas sindicales 10.- Solicitar por escrito al empleador su deseo de que no se descuenten cuotas sindicales y 11.- Ejercer su derecho de audiencia y conocer las pruebas que sirvan de base en un procedimiento de expulsión del sindicato.

Además, para las elecciones de directivas sindicales, se regulan por los artículos 371 y 371 Bis de la Ley Federal del Trabajo, y por el artículo 69 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y, cabe resaltar que, se prohiben las votaciones a mano alzada o a través de delegados.

En la conformación de las planillas, se deberá garantizar la representación proporcional de género, como ya lo apuntamos.

Todo lo anterior, se traduce en una verdadera democracia sindical; el reto, está en manos de los jóvenes líderes sindicales; honestos, capacitados y con la firmeza espiritual de trabajar incansablemente por las causas de sus agremiados, porque como lo escribió Travis McAshan: “Tu propósito te apuntará a la dirección correcta, pero la pasión será lo que te impulse” (Continuará) 
Especialista en Derecho del Trabajo,

Certificado por el Notariado de la Unión Europea.

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