¡Qué tiempos tan importantes son aquellos donde aprendemos de las experiencias difíciles y nos decidimos a hacer frente a nuestra realidad! Reconocer y afrontar los retos es el primer paso que podemos dar para resolverlos. No hay manera de eludirlos y mucho menos ignorarlos. Ahí están frente a nosotros.

Son tan persistentes como rocas que se colocan de frente en cualquier momento y a pesar de que tomemos otros caminos, las circunstancias y los acontecimientos los traen de nuevo a nuestro paso.

Pueden ser espinosos o un bloque de piedras y en otras ocasiones una montaña que se muestra a la distancia. También, aunque parecen difíciles de resolver, dan forma al paisaje de nuestra vida personal.

Así que tarde o temprano debemos hacerles frente y nos puede llegar a sorprender que algunos se desmoronen y otros requieran de picar piedra para deshacerlos. Los menos, nos convendrá rodearlos o escalarlos hasta dejarlos atrás. No olvidemos que otros tantos retos son los que nos mueven y deseamos que estén por más tiempo con nosotros. Esos dan testimonio del camino recorrido y son la promesa del que aún nos falta recorrer. Después de todo, la propia vida es un reto.

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* @Gerardo.Proal

Blog: http://gerardoproal.tumblr.com

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