En el desarrollo democrático los partidos políticos son el resultado de la modernización social y de las necesidades funcionales del sistema político, tienen una importantísima vinculación con la democracia representativa; en las sociedades modernas y democráticas los partidos políticos tienen como fin “promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público”, de manera que en el presente una democracia sin partidos es impensable. Los partidos actuales intentan mantener, al mismo tiempo, vínculos con las instituciones y con la sociedad, debido a su función de intermediarios entre los gobernados y los gobernantes.

Sin embargo, las expectativas de los ciudadanos puestas en los partidos políticos no han sido satisfechas ante la casi nula capacidad de respuesta. El desencanto con la democracia no es un fenómeno exclusivo de nuestro país sino que se presenta como una problemática generalizada en todo el mundo. Países que se considera viven en democracias consolidadas, y países con democracias en proceso de consolidación o imperfectas, están padeciendo un desencanto similar y lo están manifestando en el desarrollo de sus campañas electorales. La intolerancia, la simplificación del debate político y la crítica a los acuerdos entre fuerzas políticas son expresiones comunes en los procesos electorales en la actualidad.

Los partidos políticos deben encabezar las demandas sociales, captarlas, procesarlas y, canalizar los requerimientos de sus electores a las áreas competentes. La captación, la canalización y la comunicación, además de la valoración del peso de las fuerzas políticas existentes, permiten procesar las demandas de los ciudadanos y la manifestación de las diversas opiniones sociales. En torno a sus principios ideológicos deben promover las demandas en la elaboración de políticas públicas que pueden ser respaldadas por los ciudadanos, también es importante el reclutamiento político, movilización y participación. Las democracias modernas necesitan personal político preparado para desempeñar las funciones en los Congresos, legislaturas y en la administración pública. El reclutamiento y preparación de las personas para ocupar los cargos está en manos de los partidos políticos.

La movilización de la ciudadanía es otra de las funciones básicas de los partidos. Se refiere a convocar a las personas para involucrarse en la vida política, no solamente partidista. Esta acción es especialmente importante en los procesos de desarrollo, donde se canalizan los deseos de participación dentro de los conductos institucionales. Los partidos tienen la tarea de convencer a la ciudadanía de participar en las elecciones, pero también en la discusión y en los procesos de toma de decisiones. Una amplia participación en diferentes aspectos de la vida política aumenta la legitimación del sistema y de los partidos, tanto en gobierno como en oposición.

Estas tareas han sido abandonadas por algunas dirigencias, lo que ha llevado a que solo 19% de la ciudadanía confía en los partidos.

Por otro lado, los partidos políticos también tienen una relación con el gobernante, ya que fueron ellos quienes lo llevaron al poder. La representación política que ejercen es el vínculo entre electores y elegidos. La percepción ciudadana hacia los gobiernos es de bajos niveles de satisfacción con la calidad de los servicios públicos ofrecidos por la administración pública, percepción de corrupción e inseguridad.

Por lo anterior, es indispensable que los partidos políticos impulsen a las personas que consideran más capaces para desempeñar de mejor forma los cargos públicos de representación popular, e incluso de áreas determinadas de la administración pública.

Otra de las funciones principales de los partidos profesionales es la participación en la agenda, elaboración, aplicación y evaluación de políticas públicas y busquen realizar sus programas y articular las demandas sociales. La producción de políticas no solamente tiene que contribuir para lograr que una iniciativa sea aprobada, sino que intenta contribuir en el respaldo de los ciudadanos al quehacer gubernamental y en la construcción de la gobernabilidad (governance) del régimen político.

La exigencia social a los partidos políticos es grande, demanda coherencia, que abanderen las iniciativas ciudadanas, que haya rendición de cuentas, que cumplan con los compromisos asumidos por quienes ostentan cargos de elección popular.

Es por ello que necesitamos impulsar un cambio en el desempeño de los partidos políticos si queremos consolidar los avances democráticos, especialmente que su dirigencias tengan la capacidad y la sensibilidad para lograrlo, algunos autores opinan que han llegado a un punto crítico en el que o nos ocupamos de ellos o podría ponerse en riesgo el futuro de la convivencia democrática.

Los partidos modernos deben tener una estructura horizontal, en a cual sus organizaciones solo sean un medio para el trabajo de proselitismo y gestión social, es un error que sean ellos quienes decidan la participación en la contienda de dirigencias y de cargos de elección popular, la militancia es quien debe decidir y definir tanto las dirigencias como las candidaturas.

Si queremos que las elecciones sigan siendo un ancla de estabilidad política y fuente de gobernabilidad, es necesario impulsar una gran transformación de los partidos políticos que solidifique la importancia de la democracia, la inclusión y práctica cotidiana de sus valores y principios. Lo contrario a esta demanda, la sociedad lo ha castigado en las elecciones.

Ex presidente municipal de Querétaro y ex legislador federal y local. @Chucho_RH

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