Tras más de dos años pugnando por recibir la aprobación de fondos para su tan infame muro fronterizo con México, el presidente de los Estados Unidos de América (EUA, Donald Trump, por fin ha obtenido un fondo de 2.5 mil millones de dólares para comenzarlo. ¿Qué implicaciones tiene esto para EUA? ¿Con qué se combina este hecho y qué significa para el año 2020?

Después de más de dos años y medio de haber asumido la presidencia del país todavía más importante del mundo, hace apenas un par de días Trump anunció que podrá usar un fondo de 2.5 mil millones de dólares, que estaban destinados para uso en el Pentágono, para construir su muro en la frontera sur con nuestro país. Esta acción, desde luego, trajo mucha crítica e incluso fue impugnada. No obstante, la Suprema Corte de los EUA dio luz verde para que se empleara este recurso de la forma ya mencionada, a pesar de que el congreso estadounidense no lo hayan aprobado aún.

¿Qué inconsistencias hay en este panorama? Aquí hay dos problemas: el primero no es tanto que los recursos del Pentágono hayan sido redireccionados, pues todo recurso en la administración pública puede ser sujeto a serlo, siempre y cuando se cumplan los procedimientos para ello, situación que no sucedió en este escenario; y el segundo es que el recuso para fondear el muro prometido por Trump debe salir (o debió haber salido) de la aprobación en el Congreso de los EUA y no de cualquier otra instancia, como fue lo que sucedió, o sea, dicho coloquialmente “se saltó” a los Demócratas y Republicanos de ambas cámaras. Tanto la forma y el fondo de esta operación ideada y efectuada por el mandatario Republicano fueron incorrectas y trasgredieron el espíritu de la administración pública y de la democracia que tanto incentivan los EUA al exterior, situación que daña su imagen. Sin embargo, mientras sean peras o sean manzanas, el presidente ya lanzó el primer golpe de cara a 2020, pues con este recurso podrá edificar el muro y cumplir la promesa quizá más polémica y apoyada que ofreció en su campaña presidencial en 2016, que ahora es puramente la base de su intento de reelección para el próximo año.

El inicio del segundo golpe de Trump se remonta a los primeros días del mes pasado cuando levantó una serie de aranceles con México a manera de presión para forzar a nuestro gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a que desplegara un magno operativo en ambas fronteras para detener el flujo migratorio hacia los EUA. Al acceder AMLO, la medalla se la colgó el presidente estadounidense pues el muro no físico estaba siendo desplegado y desarrollado finalmente por México. Esto se junta con la noticia de hace un par de días de que Guatemala, tras haber sido obligada por el gobierno estadounidense con la misma estrategia que con nuestro país (aranceles, medidas punitivas, etc.), accedió a fungir como “tercer país seguro”, lo que significa que desde ahí las personas deberán aplicar y enviar sus solicitudes de asilo para los EUA. Esto genera una barrera más lejana con los estadounidenses, permitiendo a Trump cumplir y reforzar su política anti-inmigratoria, finalizando así su segundo golpe.

Claramente ambas acciones del mandatario, por más cuestionables que sean, forman parte de una estrategia para poder recuperar, retener y generar seguidores de cara a noviembre de 2020, cuando sea la votación presidencial. No obstante, aquí se puede ver otra lectura, que es la irónica incapacidad de negociación y la desesperación de Trump de tener que quitarle recurso al Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los EUA y joya de la corona estadounidense en inteligencia y seguridad, y de agredir las relaciones tanto con México como con Guatemala al amenazarlos con la imposición de aranceles con tal de avanzar en sus promesas de campaña. ¿Será suficiente? Con Mueller y Pelosi atrás, no lo creo.
niels.rosas@gmail.com

@NielsRosasV (twitter)

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