Lozoya “ha aportado sólo sus dichos que valen lo que su prestigio: nada”, palabras más certeras no pudo externar el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servín, al enfrentarse a la prensa nacional y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, después del video que circuló en redes y con el que Emilio Lozoya ha querido involucrarlo con bajeza.

Como hice mención hace unas semanas, en este espacio, hay que ver más allá, el Gobierno Federal quiere a nuestro Estado vestido de Morena, sin embargo, el trabajo del gobernador Francisco Domínguez se refleja en resultados, como las finanzas sanas y la total transparencia en el gasto público. Él siempre ha dado la cara y hoy no fue la excepción, pues las amenazas y los chantajes, aunque vengan con supuestas pruebas, no lo doblaron, ¿por qué? porque está claro que no saben qué hacer y atacan a un gobierno de oposición bien calificado. ¿Mucha casualidad que la temporada electoral esté tan cerca, no?

El mensaje y el lenguaje corporal de Pancho Domínguez, gobernador de Querétaro y el presidente, Andrés Manuel, en la mañanera de este miércoles, fue muy claro, por su parte el mandatario estatal de manera tajante, viendo directamente a los ojos a AMLO, sin ningún miedo, por el otro, un Andrés Manuel enojado por no poder con él. Bien sabemos que el señor López Obrador ataca a todo el que no sea de su partido, sin embargo, Francisco no se agachó.

Mencionó el gobernador del estado: “los gobernantes tenemos que enfrentar los hechos y más cuando se trata de calumnias”, pero no tendría por qué verse involucrado en estas cosas, Pancho Domínguez viene trabajando bien en Querétaro y ahora quieren salpicarlo de cosas que no, ha sido calificado como el mejor Gobernador en distintas ocasiones, incluso por sus estrategias implantadas ante la pandemia por Covid-19.

Aquí a lo que deberíamos de poner atención es a lo inaceptable que un funcionario de Pemex entregue recursos y, por supuesto, a que un delincuente como Lozoya esté libre, quien no ha pisado la cárcel, a pesar de ser prófugo de la justicia durante meses, y por supuesto que estará dispuesto a decir lo que sea a cambio de perdón.

Sus dichos no son pruebas.

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