Inicia el 2022, y el gobierno federal enfrenta tres importantes retos para la estabilidad del país y de la población.

Primero, el regreso a clases presenciales y el riesgo que ello implica frente a la propagación de la variante ómicron del Covid-19; segundo, la crisis económica que está impactando, ahora sí, a los bolsillos de las familias mexicanas, con un alza considerable en la tasa de inflación y, tercero, la violencia que impera en el país, con cifras graves en el rubro de homicidios dolosos y feminicidios.

La disminución en la temperatura y la propagación de la variante ómicron ha puesto en duda la reactivación de las actividades escolares. A las primeras horas de haber iniciado el año, siete estados de la República decidieron postergar el regreso a clases: San Luis Potosí, Coahuila, Hidalgo, Tamaulipas, Jalisco, Yucatán y Chihuahua. De acuerdo con información oficial, otras entidades como Baja California, Baja California Sur y Estado de México, también están evaluando la reactivación académica. Por su parte, las autoridades de Querétaro no han definido nada al respecto,  todo depende del número de casos activos que se presenten en los próximos días.

Frente a ello, aún no queda claro el momento en que el gobierno federal comenzará con la vacunación masiva para menores de edad, quienes, si bien no son el sector más vulnerable frente al virus, sí están siendo duramente afectados con el encierro.

Otro aspecto a considerar es la situación económica con que el país inicia el 2022. De acuerdo con información oficial de Inegi, el PIB nacional sufrió una dura contracción en el tercer trimestre del año pasado, dejando a México frente en un crecimiento promedio del 1% en términos reales. Pero más grave, es la inflación que ahora se presenta, con una tasa del 7.5% de aumento, lo que, sumado a los impuestos y al aumento en las tasas bancarias de intereses, no ha permitido a los micro y pequeños negocios salir adelante con números positivos.

Si bien hubo una reactivación económica importante frente al contexto del 2020, no debemos olvidar también que ese año fue uno de los más complicados para nuestro país, con una recesión que en términos reales implicó la pérdida de cinco años de crecimiento constante. En ese sentido, es indispensable que el gobierno ponga manos a la obra con programas que realmente impulsen el empleo y reactiven la economía, y no solo se dé prioridad al asistencialismo o al clientelismo electoral.

El tema de la inseguridad en nuestro país sigue haciendo mella. De acuerdo con información oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, los homicidios dolosos contra mujeres y los feminicidios sufrieron un aumento histórico en el último trimestre del año. Agosto de 2021 puede considerarse  el mes más violento para las mujeres en la historia, desde que ese indicador lleva registro. En lo que va de este sexenio, se han presentado más homicidios dolosos que en los gobiernos anteriores.

Como podrá apreciar usted, amable lector, el 2022 comienza con desafíos importantes que deben ser atendidos con prontitud por parte del gobierno federal, y que demandan una verdadera transformación de fondo.

Por nuestra parte, desde la ciudadanía, es importante estar pendientes del trabajo realizado por las autoridades, pero, sobre todo, de exigir resultados.

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