El Tren de Alta Velocidad (TAV) del Distrito Federal a Querétaro ha generado gran interés, controversia y algunas dudas sobre los beneficios que pudiera generar una vez concluido a nuestro estado.

Lo que es un hecho es que la industria ferrocarrilera, fundamental en otros países, tanto para pasajeros como para carga, se ha estancado en nuestro país al menos en lo que al movimiento de personas se refiere.

Considerada hace apenas veinte años como un área estratégica en manos del Estado, operada por una empresa denominada Ferrocarriles Nacionales de México, el sector ferroviario parecía tener una posibilidad de una segunda gran etapa de desarrollo en el país cuando el Presidente Zedillo empezó a otorgar concesiones, mientras que constitucionalmente se definió a este sector como prioritario y ya no estratégico lo que abría las puertas al sector privado.

A pesar de las nuevas condiciones jurídicas y un aparente intento desde el gobierno del Dr. Zedillo por impulsar el sector ferroviario es hasta ahora cuando parece haber acciones concretas que pudieran detonar una alternativa más para que los mexicanos se transporten de una ciudad a otra dentro del territorio nacional, por lo pronto.

Se habla de tres proyectos en principio, México-Toluca, México-Querétaro y Mérida-Cancún. En el caso particular de Querétaro, estos son a mi parecer algunos elementos donde estará la diferencia entre un buen proyecto para la mayoría o uno cuyos efectos puedan tener impactos negativos.

-           Zonas de la ciudad donde se instalará la estación. En toda política pública y sus proyectos específicos hay afectados y beneficiados. Partimos de la base que los beneficiados deben ser mucho más y esto lo haría un proyecto conveniente. Ahora el tema es que acuerdos de compensación se tendrá con los afectados para disminuir estos costos para ellos en lo particular e incluso convertirlos en beneficios.

-           Aumento en la dinámica de desarrollo económico en Querétaro. La posibilidad de una mejor conectividad entre la capital del país y nuestro estado puede reforzar el crecimiento económico de Querétaro, sin embargo, si este crecimiento y lo que pudiera implicar, entre otras cosas, una mayor migración, no lleva con él políticas de planeación urbana, incluyendo elementos como políticas de movilidad y ecológicas, pudiera haber un detrimento en nuestra calidad de vida.

-           Dar una alternativa para quienes viajamos a México. Ya sea por trabajo, placer o estudios, un número importante de queretanos viajamos al Distrito Federal. Hoy tenemos dos opciones como lo es el vehículo particular o el camión de pasajeros, cada uno de ellos con sus costos asignados y su tiempo de traslado. El auto tiene la ventaja de compartir costos de casetas y gasolina, pero para los que viajan solos el coche implica absorber todos los gastos, incluyendo el deterioro del vehículo que afecta su valor de reventa. En el caso del camión el tiempo de viaje siempre es un poco más largo, pero los costos se reducen a un promedio de 200 pesos por viaje, aunque llegando al destino quizá tenga que agregarse el costo de tomar taxis. Sin embargo, viajar por carretera puede tener estadísticamente un mayor riesgo de accidentes en relación al de viajar en tren tomando en cuenta estadísticas internacionales.

-           Integración de mercados laborales. Para ciertos profesionistas podría resultar atractivo dar servicios en ambas ciudades ya que los tiempos de traslado para dar una asesoría o un servicio serán razonables. Esto es oportunidad y reto, porque así como podemos ir a ofrecer servicios al DF con mayor facilidad también con la misma facilidad podrán venir.

El tener una alternativa más para viajar a la Ciudad de México puede ser algo que beneficie a nuestras finanzas. Primero se presenta competencia y alternativas de costos y tiempos. Esperemos sea un proyecto exitoso y cuyos beneficios sean contundentes. Dependerá insisto de la planeación para recibir este interesante proyecto.

Google News