Cuando se empezó a destapar el fraude de Oceanografía los ciudadanos veíamos con beneplácito la acción de la justicia que de pronto nos ilusiono en la idea que las cosas iban a cambiar. Veíamos a un  Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam haciendo declaraciones sobre la certidumbre de las investigaciones de “llegar hasta las últimas consecuencias” en el fraude que Oceanografía había causado a Banamex. Afirmaba que no se iba a politizar el asunto

Duro muy poco el entusiasmo, el asunto si estaba politizado. Claro desde un principio se manejó con opacidad la información sobre el caso a fin de “no entorpecer las investigaciones”; mejor dicho, para presionar a los involucrados en el apoyo al voto priísta para aprobar las leyes secundarias en telecomunicaciones. Una vez votada, una vez conseguido el objetivo había que desactivar el caso.

Es así, que en un giro de 180 grados se deshabilitan las prohibiciones de Petróleos Mexicanos  de tener contratos con Oceanografía; para el colmo el mismo procurador Murillo Karam da un cambio abrupto y se felicita por este hecho en una situación sin precedente que no tomaba en cuenta el fraude causado al INFONAVIT y al IMSS. Claro Banamex se ha inconformado ante el ministerio público, pero bueno es un asunto que no se va resolver, porque ahora veremos a una Oceanografía rechinando de limpio.

IMPLOSIÓN RASCISTA

Vaya que el asunto de las simpatías fascistas en el Partido Acción Nacional (PAN) parece que no es una simple moda, sino pautas habituales que merecen una cuidadosa atención. Primero surgió el grupo de jóvenes  fascistas en Jalisco; luego viene que un ex dirigente juvenil del PAN en Chihuahua, Manuel Escobedo Ceballos posa  disfrazado de Adolfo Hitler, acompañada  de  la diputada suplente panista Karla de la Rosa,  posando al estilo de Eva Braun.

Pero el asunto no quedo ahí, ahora resulta  que Pedro Torreblanca Engell, funcionario de la delegación Benito Juárez, también sale a  la palestra por divulgar mensajes racistas a través de la red social Facebook. Resulta que  el sujeto en mención realizó el siguiente comentario: "Lo vuelvo a decir a todos los que opinan sin saber en este foro seguramente son perredistas, más prietos de piel que nada, jodidos, rojillos y sin varo; arriba los mexicanos de raza blanca y clase alta, todos los demás son una mier…” Como diría Héctor Suarez: “Que nos pasa señores”.

DE AMORES Y DESAMORES.

Muy presente tenemos en la memoria, la fecha del 16 de enero de 2010 en la que el Partido Convergencia en Querétaro reeligió como presidente a José Luis Aguilera Ortiz y como secretario a Marco Antonio León Hernández, durante su asamblea ordinaria que tuvo como invitados especiales a los dirigentes estatales del Partido Verde, Ricardo Astudillo, del PRD a Horlando Caballero Núñez.

Todo era amor y fraternidad, y vaya como en toda relación, las rupturas llegan y los odios afloran. Ahora se dan con lo que tiene a la mano, desconociéndose uno al otro. Los costos de la ruptura la llevan ambos, a los Aguilera les cuesta el reconocimiento de su nuevo partido.

Marco Antonio León Hernández se quedó sin partido, y sin compadres, y la pregunta inmediata ¿hacia dónde migrara? Claro ahora hay dos nuevos partidos. Con el Partido Humanista (PH), no creo, hay distancias ideológicas, aunque para nuestro amigo Marcos esto nos es problema, porque desde que Francis Fukuyama declaró el fin de las ideologías y la historia, todo es posible.  En el Partido Encuentro Social (PES), tal vez, aunque tendría que dejar de ser católico y apostólico para volverse cristiano, en fin como diría la voz celestial habría que cambiar el amen por el aleluya.

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