Por muchos años los mexicanos hemos sido sujetos a una valoración de que tan buenos o malos pagadores somos a la hora de pedir un crédito por pequeño que sea. Quien está a cargo de esta valoración es una empresa privada llamada Buró de Crédito. Lo que califica el Buró no es tan sólo como pagamos nuestros préstamos bancarios, también tienen en su base de datos nuestro record de pagos y adeudos a servicios como televisión por cable y teléfono celular sólo por mencionar algunos.
El reporte del Buró de Crédito se ha vuelto requisito indispensable para poder sacar una tarjeta de crédito o pedir un crédito automotriz, entre otros. Resulta a veces injusto que los consumidores seamos calificados y que este mismo principio de evaluación no se aplique a los que prestan los servicios, ya que son estos últimos quienes pueden estar abusando de la situación de dependencia que tiene el que pide con respecto al que presta, o incluso cuando es el propio cliente el que le presta a la institución crediticia.
Pues en atención a esta desventajosa situación y como resultado de la reforma financiera se creó un Buró de Entidades Financieras que se encargará de presentar una serie de estadísticas, comparativos y de evidenciar prácticas abusivas de distintos actores del sector financiero, entre los que se encuentran no sólo los bancos, sino también las Sofomes, Afores, seguros, casas de cambio, casas de bolsa y uniones de crédito.
De entrada el Buró de Entidades Financiera ha evidenciado prácticas no sanas que llevan a cabo los bancos, a veces sustentadas legalmente en las letras chiquitas de los contratos que firmamos los usuarios o en ocasiones simplemente como procedimiento abusivo ante el reducido número de clientes que se quejan por las vías formales.
Algunas de estas prácticas son por ejemplo que si tú tienes un crédito con un banco y tienes alguna otra cuenta con la misma institución donde tengas saldo positivo o algún ahorro, el banco puede cobrarse de esa o esas cuentas ante el incumplimiento, en lo que literalmente es cobrarse a lo chino. Otros bancos ante un atraso en pagos o mensualidades cobran intereses moratorios, que comúnmente son más altos que los ordinarios, sobre saldos insolutos y no sobre el monto de la mensualidad vencida.
La ventaja que ahora nos brinda este nuevo Buró es que mediante su consulta los usuarios podemos, antes de contratar cualquier tipo de crédito o de abrir alguna cuenta de ahorros, comparar y por supuesto ver de manera más clara que tipo de prácticas acostumbran cada uno de las instituciones del sector financiero para saber con quién sí queremos contratar, a la vez que castigamos a los que llevan a cabo conductas inadecuadas al no hacer tratos con ellos.
Así pues a continuación te menciono algunos aspectos adicionales del nuevo Buró de Entidades Crediticias que bien vale la pena que las tengas en cuenta y en su momento hagas uso de ellas:
- Cómo consultarlo. El Buró de Entidades Financieras podrá ser consultado en la página www.buro.gob.mx. Desafortunadamente no todos los mexicanos tienen acceso a internet o saben usarlo por lo que se espera que la Secretaría de Hacienda, a través de Condusef, explote todos los medios posibles para difundir la información que periódicamente emite el Buró.
- El Buró te dará información muy importante sobre productos de las entidades financieras que son de uso común como son pagarés, cuentas de nómina, cuentas de cheques y de ahorros, entre otros.
- Se pretende que el acceso público a esta información genere una mayor competencia entre las instituciones financieras y principalmente los bancos, quienes deberán hacer una constante la mejora de servicio y sus prácticas deberán ser lo más sanas posibles sin sacrificar por supuesto que queden bien garantizados ante un incumplimiento, pero sin abusar.
El Buró de Entidades Financieras es una muy buena manera de empezar a comparar como usuarios de los servicios financieros. Lo cierto es que si nosotros no explotamos esta herramienta y establecemos una relación con los bancos de premios y castigos, pues entonces seguiremos siendo las víctimas de las malas prácticas. Está en nuestras manos cada vez más. Aprovechemos.