El nieto del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín Martínez del Río, quien ahora es candidato a la dirigencia nacional de ese partido, está vinculado como abogado y acreedor al empresario Ricardo Alfredo Silva Padilla, quien figura en la lista de los Bahamas Leaks, por utilizar paraísos fiscales para sacar dinero desde México. Pero además, parte de esos recursos enviados al extranjero, eran provenientes de un contrato de 500 millones de dólares otorgado por Petróleos Mexicanos a una sociedad, en la que figura la empresa TRESE, de Silva Padilla.

Esta empresa no contaba ni con el personal ni con la capacidad técnica para realizar los trabajos contratados en plataformas marítimas y, por tanto, fue declarada en Concurso Mercantil el pasado 28 de agosto de 2017, bajo el expediente 666/2016. El representante jurídico de TRESE es el nieto del fundador del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín, el mismo que hoy como aspirante a dirigir ese partido invoca en todos sus discursos “la herencia” y “las enseñanzas” de su abuelo, considerado un ideólogo honorable y creador de instituciones en el país en la primera mitad del siglo XX.

Según un expediente en poder de esta columna, Gómez Morín aparece señalado como parte de toda una maquinación para sacar dinero de la empresa TRESE, y su nombre aparece como acusado en una queja administrativa ante el Consejo de la Judicatura de la Federación y ante el Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles, actualmente en proceso de resolución y que fue interpuesta por acreedores de esta empresa, quienes señalan que el candidato a dirigir el PAN se declaró “acreedor” por 100 mil dólares de Silva Padilla, además de que también obtuvo un “poder” de otras siete personas para recibir pagos en su nombre.

El 14 de octubre de 2013, en el sexenio de Felipe Calderón, la empresa Tecnologías Relacionadas con Energía y Servicios Especializados S.A de C.V, (TRESE) de Silva Padilla, constituida con un capital de 50 mil pesos, recibió de Pemex un contrato por 500 millones de dólares, en un consorcio que integró con Grupo Nuvoil, para compresión de gas natural.

Luego, en septiembre de 2016, Ricardo Alfredo Silva Padilla fue señalado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y por Mexicanos contra la Corrupción, como uno de 431 empresarios mexicanos que figuran en los Bahamas Leaks por la constitución de la empresa TRESE y su administración irregular.

Y es que detrás de sus contratos millonarios con Pemex, parece haber una historia de corrupción y fraude, pues apenas el 10 de marzo de 2010, esta modesta compañía había modificado su objeto social ante el Notario Público 18 de la Ciudad de México, Patricio Garza Bandala, y en su cláusula tercera establece que la sociedad tendrá como objeto “la comercialización, producción, fabricación, importación y exportación de toda clase de productos, así como la prestación de toda clase de servicios, a cualquier persona física o moral de naturaleza privada o pública”. Todo ello, para poder recibir contratos con entidades del gobierno, en este caso el de Pemex por los 500 millones de dólares que les fue asignado 3 años después de esa modificación.

En el litigio, presentado por proveedores de TRESE, afectados por la operación irregular, Manuel Gómez Morín Martínez del Río aparece como abogado del deudor Silva Padilla, pero al mismo tiempo también se declara acreedor de su cliente y es autorizado por otros siete acreedores del deudor, por lo se le acusa de incurrir en un claro conflicto de interés. Se tiene la presunción de que la contabilidad de TRESE fue alterada, ya que varios de los acreedores son personas afines a Silva Padilla.

El 12 de octubre pasado, Manuel Gómez Morín arrancó su campaña como candidato a la dirigencia nacional panista con la promesa de “acabar con la corrupción del PAN y devolver la democracia” a ese partido. ¿Se referirá a la misma corrupción que lo involucra con el saqueo a Pemex y con los turbios negocios de Silva Padilla en TRESE y en los paraísos fiscales de los Bahamas Leaks?

NOTAS INDISCRETAS… A propósito de Gómez Morín y sus dichos del pasado fin de semana en Tijuana, donde llamó “muchacho estúpido” a Ricardo Anaya, nada ha contestado hasta ahora el ex candidato presidencial al que el aspirante a dirigente culpó de la derrota panista por su “alianza contranatura” con el PRD y MC. “Tengo 60 años y puedo llamarlo muchacho estúpido”, dijo Gómez Morín, como si la estupidez fuera privativa de los jóvenes y se quitara con la edad…Tras el escándalo de los “colchones usados” que se entregaron a los damnificados por las lluvias en Sinaloa, y las denuncias de opositores, el gobernador Quirino Ordaz dio la orden terminante de que se procediera penalmente por el vergonzoso hecho, y el jueves fue detenido y presentado el coordinador administrativo de la Sedesol local, Carlos Baltazar Castro. El mensaje del gobernador, dicen, fue que no se tolerará la corrupción “ni la traición” en el estado ni en el caso de estas compras penosas, ni en el de ex funcionarios de gobiernos anteriores “que han sido acusados de desvíos de decenas de millones de pesos” ¿en quién estará pensando el gobernador?... De la reunión de hoy entre el presidente electo con el secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, y de la que sostendrá también esta semana con el almirante Vidal Soberón, secretario de Marina, saldrán los nombres de los dos próximos titulares de las Fuerzas Armadas. En el caso de la Defensa, todo apunta a que puede tratarse del nombre del general Roble Arturo Granados, subsecretario de Defensa, y en la Marina, el futuro secretario podría ser el almirante José Luis Vergara…Los dados abren con Serpiente. La semana pinta complicada.

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