¿Con cuál de estas frases está usted más de acuerdo?

—Sólo algunos pueden ser líderes o todos tenemos un liderazgo que hay que descubrir y potenciar.

—El sistema debe cambiar para que mejoremos o el cambio empieza conmigo.

—Yo puedo ser feliz si encuentro a la persona adecuada o puedo ser feliz con mis propios recursos.

—Sólo algunos privilegiados tienen talento o todos tenemos un don.

—Para tener éxito necesito suerte o el éxito depende de mí.

Lo más poderoso que puede tener un ser humano se encuentra en su mente y en su corazón, y es en este último donde residen las grandes victorias o los fracasos personales y sociales.

Hace más de 20 años Stephen Covey escribió un libro paradigma de la literatura en desarrollo organizacional y humano, Los siete hábitos de la gente altamente efectiva.

Hay algunos elementos que considero de interés para compartir con usted y que pueden generar la diferencia entre una vida plena llena de triunfos o una vida sin rumbo. Todo comienza con el cristal con que se mire mi realidad. Si usted estuvo más de acuerdo con las segundas frases va por buen camino.

Los investigadores que desarrollaron el modelo de competencias profesionales se preguntaron qué hacía diferente a aquellos que destacan sobre los que se quedan rezagados. Lo que descubrieron es que la diferencia es la actitud.

Casi no se ve, pero se siente, invisible pero evidente, es la actitud de una persona.

La actitud positiva significa tener el carácter y la motivación suficientes para sonreír a pesar de la dificultad; implica una autoestima alta y saludable, necesita una capacidad de ser autosuficiente, independiente y también autogestivo. Esto es carácter. Covey dice que el secreto del éxito está en el auto dominio.

¿Cómo está usted? Ante una situación difícil, ¿fácilmente se deprime? ¿Tiene usted un objetivo en mente? ¿Cree que lo puede lograr? ¿Es capaz de darse cuenta de su miedo y los efectos en su vida? ¿Puede ser consciente de sí mismo y manejar su carácter?

Aquí se cocinan nuestras conductas básicas y con el paso del tiempo se van haciendo hábitos, costumbres y, derivado de sus hábitos, vamos obteniendo nuestros resultados, buenos o malos.

Cada uno de nosotros tenemos prácticas que repetimos todos los días como ver la televisión a la misma hora.

Esas conductas repetidas generan invariablemente un resultado cuando éste es consciente, se convierte en resultado, cuando no es lo que podríamos llamar una casualidad.

Todo lo que pase en su vida es su responsabilidad.

Lo que piense hoy será su realidad mañana.

Finalmente, revise cuáles de los hábitos de Covey tiene usted en su vida:

1.—Ser proactivo. Yo soy responsable de mi vida y destino. Lo que me pase, yo lo provoco.

2.—Tener un fin en mente. Tengo un propósito de vida y enfoco mi atención y energía en lograrlo.

3.—Primero lo primero. Me organizo para definir lo importante y evitar lo urgente.

4.—Ganar-ganar. Si alguien pierde en una relación, no habrá relaciones sanas ni a largo plazo.

5.—Primero comprende y luego busca ser comprendido. Tengo más poder de influencia cuando escucho, observo y comprendo.

6.—Sinergia. Trabajo en equipo con relaciones sólidas.

7.—Renovación, mejora continua y equilibrio.

“Si quiere hacer cambios pequeños en su vida, trabaje en su conducta. Pero si desea tener logros significativos y asombrosos, trabaje en sus paradigmas”.

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