Estamos a menos de un mes de que se lleven a cabo las elecciones intermedias en Estados Unidos, un ejercicio democrático en donde millones de estadounidenses elegirán si Donald Trump continúa en el poder o habrá una nueva alternancia con los demócratas de la mano de Joe Biden. Y quizá podríamos preguntarnos: ¿a nosotros qué nos interesan las elecciones de otro país, si poco nos ocupamos de las del nuestro? Quizá tengan razón, pero si de por sí, aunque  las economías de México y Estados Unidos ya no siguen el mismo tempo que antes, seguimos dependiendo en gran porcentaje de nuestro vecino del norte.

México está atravesando una crisis financiera y de salud a causa de la pandemia por Covid-19, así que en estos momentos, el futuro de Estados Unidos es de mucho mayor importancia para nuestro país. En el país del norte residen alrededor de 38.5 millones de mexicanos, mientras que en México se estima que viven 1.5 millones de estadounidenses; actualmente, se supone que ambos gobiernos se están encargando de buscar soluciones para la migración y evitar el tránsito ilegal de mercancías, armas y tráfico de drogas.

Realmente, sea cual sea la resolución de las elecciones, la relación del país del norte con México continuará siendo estrecha; es muy importante analizar las posiciones que Estados Unidos ha tomado durante los últimos cuatro años sobre migración y elecciones en Latinoamérica. Para muchos, la contundente retórica anti-migrante de Trump y un muro fronterizo altamente publicitado representan una relación hostil entre México y Estados Unidos. Sin embargo, el comportamiento de ambos países sugiere una realidad más compleja.
México ha fungido como guardián de la frontera, un rol impulsado por las negociaciones realizadas por AMLO, quien como Presidente electo, señaló que era imperativo garantizar los derechos de los migrantes; sin embargo, para variar, enterró sus promesas humanistas y Trump restringió su voluntad anti-migratoria a la retórica y al espectáculo.

La reelección de Trump representa, para México, una continuidad; sin embargo existe el riesgo de que, en cualquier momento puede exigir más. Hoy, Trump sabe que Andrés Manuel está dispuesto a negociar y ceder.

Por su parte, López Obrador sabe que el mandatario estadounidense puede ser apaciguado mediante ciertos sacrificios.

Entre los latinos, según encuestas realizadas, Joe Biden tiene ventaja de 36 puntos, lo cual para México aún no sabemos si es una ventaja o desventaja, pues luego bien dicen por ahí “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, hasta estos momentos, la relación de Trump con López Obrador se puede decir que es coordial, mientras que tal parece que el plan de Biden y AMLO van totalmente de polos opuestos, pues el presidente de México busca rescatar Petróleos Mexicanos (PEMEX) y fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE),  deteniendo la inversión para energías limpias a mitad del año por la Secretaría de Energía (SENER), mientras que Joe propone una estrategia para apoyar a las energías limpias, y desde ahí ya comenzaron las diferencias.

La relación comercial y diplomática entre México y Estados Unidos dependerá cada vez más de lo que suceda en la frontera; y como ejemplo de esto es la reciente actualización del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor el 1 de julio de este año y se estima que genere más de 100 mil nuevos empleos posteriores a la emergencia por Covid-19.

Y bueno, al final solo puedo cuestionarme ¿a AMLO le conviene más que gane Trump? Si es así ¿lo que le conviene más a Trump, es lo mismo que le conviene más a México?

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