La irresponsabilidad del presidente frente a su segundo contagio de Covid lo dice todo de su actitud frente a la pandemia. La recomendación del gobierno: si tienes síntomas, asume que es Covid y aíslate en tu casa sin necesidad de hacerte una prueba. ¿Qué hizo el presidente? Tuvo síntomas, asumió que era una gripa y siguió con sus actividades como si nada: una mañanera, varias reuniones con el gabinete…

Deseo que el presidente se recupere pronto,  no puedo dejar de señalar que el episodio deja exhibido su comportamiento: López Obrador desconoce hasta el más elemental respeto a los demás. No le importa contagiar y proyectar descuido a los ciudadanos.

Esta estrategia de desdén ha incrementado sustancialmente las muertes por Covid en México: especialistas de la Universidad de California, consultados por la Organización Mundial de la Salud, determinaron que México pudo haberse evitado 190 mil muertes por Covid si la estrategia del gobierno hubiera sido como el promedio de los países.

Pero ante la pandemia, para López Obrador la prioridad nunca ha sido la salud sino la política, la prioridad nunca ha sido la gente sino él mismo. Y ahora usa su segundo contagio como arma propagandística para minimizar una vez más la situación en el país, “para que no nos espantemos”. Tan banal, mentiroso y peligroso como el patético video del gobierno federal sobre el virus y el consumo de frutas y verduras.

La mañana del día que anunció su contagio, el presidente dijo que México es uno de los países con menos muertes por Covid. El descaro, la compulsión por mentir, la irresponsabilidad llevada al extremo: México es el quinto país del mundo con más muertos, y eso tomando en cuenta las cifras oficiales, que ya aceptó la propia Secretaría de Salud mexicana que están subestimadas.

Un gobierno que miente por sistema, abusa por sistema y daña por sistema. Cuando un gobernante puede mentir sobre lo que sea sin pagar un costo, el funcionamiento democrático de un país está simplemente desfondado.
SACIAMORBOS

Todo se enfrenta con propaganda y negando la realidad. El deterioro de la seguridad es otro caso más: gobernadores acusados de nexos con narcos, gobernadores marcados por procesos electorales con intervención del narco… y todo simplemente se niega, con desparpajo, hasta con burla. A eso se reduce la rendición de cuentas en este sexenio.

¿Y la oposición? En lo suyo: definiendo qué priista es más cercano a AMLO, qué panista negocia más con Adán Augusto… ser oposición no parece su prioridad. La batalla por la sucesión en 2024, por ahora, está en Palacio Nacional, dentro de Morena. La oposición no es factor ni parece apurada en procurar a la sociedad con miras a la elección en dos años.

Un gobierno que debilita los contrapesos sistemáticamente, que tiene en la mira al INE, y una oposición que sólo se ve el ombligo. Vaya augurio.

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