Ha sido una colección de declaraciones incongruentes, tendenciosas y sin el sustento real de lo sucedido el domingo en Monterrey. En la Liga MX nunca se equivocan, siempre están a la defensiva y quieren minimizar este evento vergonzoso, sin medir las reales consecuencias.
Hemos entrevistado a personajes involucrados en la gresca, a testigos... Vaya, hasta al que grabó el video que circuló el mismo domingo en redes sociales. También a funcionarios del Gobierno de Nuevo León y gente del futbol. Todos coinciden en que existe correlación con el deporte; es decir, no es un grupo “de pandilleros aislados con nuestros uniformes”, como dijo el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla.
Personajes que iban al estadio a ver un partido de futbol y que, al encontrarse con la policía corrupta, que se quita para que los involucrados se agarren a golpes y se desatara esta gresca al mismísimo estilo de los Hooligans, pero versión MX, prefirieron ya no ir al estadio Universitario.
El artículo 421 del Código Nacional de Procedimientos Penales, que habla del Ejercicio de la acción penal y responsabilidad penal autónoma, establece que “las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos a su nombre, por su cuenta, en su beneficio o a través de los medios que ellas proporcionen, cuando se haya determinado que además existió inobservancia del debido control en su organización. Lo anterior, con independencia de la responsabilidad penal en que puedan incurrir sus representantes o administradores de hecho o de derecho”.
Esto quiere decir que la actuación del Código es cuando se omite dolosamente una acción determinada, por lo que los patrulleros y hasta el propio club de futbol, incluida la Liga MX, podrían ser corresponsables, según explican especialistas en el tema.
Conceptos que confirmó el licenciado Luis Enrique Orozco, vicefiscal del Ministerio Público de la Fiscalía de Nuevo León, en el programa Reacción en Cadena de MVS.
El futbol mexicano tiene una gran responsabilidad para actuar en estos temas y no desviar la atención culpando a dizque pandilleros, porque también —les guste o no— son aficionados a este deporte. Parece que no existe un departamento de inteligencia, al interior de la Liga, que valore y esté pendiente de los retos que se lanzan barristas o Hooligans por medio de las redes sociales, para —ahí sí— coadyuvar con las autoridades y trabajar coordinadamente.
Se supone que en México están identificados, por parte de la Liga MX, los integrantes de los grupos de animación; es decir, hay una credencialización, por lo que sería muy simple para las autoridades saber contra quién actuar en caso de actos violentos, como el del domingo.
No es así. Por las declaraciones vertidas, dan la impresión de estar a la defensiva en las oficinas de la Liga MX y que en el futbol mexicano no pasa nada, que está totalmente libre de violencia, cuando la realidad es otra.
Es tiempo de que se dejen de demagogias y olvidar de quedar bien asegurando que en el futbol mexicano no hay violencia, y sí sancionar a quien resulte responsable, sea quien sea, porque los propios dueños son quienes deben exigir que no se propaguen los Hooligans solapados por sus mandos medios.
(Foto: Twitter)
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