A Ricardo Anaya le volvieron a corregir la plana pero esta vez fue la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al revocar la sentencia de la Sala Regional Especializada al acreditar que Anaya utilizó tiempos oficiales con recursos públicos para intentar limpiar su imagen de las publicaciones realizadas por EL UNIVERSAL en las cuales señalaron claramente el enriquecimiento inexplicable que él y su familia obtuvieron los últimos 14 años.

Anaya no solo carece de experiencia para gobernar, también ignora la ley y utiliza las prerrogativas del INE a su antojo. El peor enemigo de Ricardo Anaya, es el propio Ricardo Anaya, quien a través de mentiras y verdades a medias, pretendió venderse como una propuesta fresca, limpia e innovadora. Resultó todo lo contrario.

Como lo muestran los propios criterios de la Sala Superior, Anaya llama “ataque” a cualquier crítica o señalamiento que se le haga, solamente busca debatir desde una posición ventajosa e intenta censurar a los medios de comunicación al acusarlos de difamación por exhibir sus riquezas. Sí, tiene tintes claros de dictador.

La democracia se construye a partir de la deliberación, el intercambio de ideas y el consenso, sin embargo, el pequeño dictador Anaya en lugar de promover la participación ciudadana y enriquecer el ideal democrático, que promovieron los fundadores del PAN, se sirve del mismo, y lo que es peor, aún no ha podido explicar cómo su familia se hizo de bienes inmuebles con un valor aproximado de 308 millones de pesos.

En este sentido, la Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral, Janine Otálora Malassis, coincide en el mal uso que dio el PAN a los spots al descontextualizar y editar piezas de programas de televisión para orientar la opinión publica en beneficio de Anaya.

Una serie de actos de campaña llenos de contradicciones, plagios a las propuestas populistas de Andrés López y actos desangelados. Cada vez son más las instituciones que se suman y señalan sus corruptelas y como la parábola de “la rana y el agua hirviendo”, cuando el Frente se dé cuenta de toda la suciedad en la que está envuelta su candidato, será demasiado tarde.

Presidente del Instituto de Formación Política Jesús Reyes Heroles

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