Por supuesto que con el trabajo que Ricardo Peláez ha hecho hasta ahora para reforzar al Guadalajara, el grueso de la afición al equipo rojiblanco se ha cargado de ilusiones en espera de salir, de una maldita vez, de los últimos lugares de la porcentual y de regresar a la Liguilla después de cinco torneos de no conseguirlo. Pero lejos del fanatismo y estas esperanzas de que las Chivas vuelvan a pelear por un título de Liga, deberían hacerse la pregunta de si en verdad están armando un equipo que les responda de inmediato.

De entrada, el proyecto de Peláez sufriría un duro golpe para el que no estaba preparado, como sería la salida de Alan Pulido. No habían considerado traer a un centro delantero, aunque está la lejana opción de convencer a José Juan Macías, y eso les podría jugar muy en contra.

Pero más allá de eso, al echar un vistazo a los jugadores que han llegado y a algunos que pueden llegar, solamente tres de los siete que finalmente serían los refuerzos del Guadalajara se perfilan para ser titulares.

¿Por qué? En el ejercicio de parar el cuadro tipo de Luis Fernando Tena con todo y refuerzos tendríamos a Antonio Rodríguez en la portería.  Una línea de cuatro defensores con Jesús Sánchez, Hiram Mier, Gilberto Sepúlveda y Cristian Calderón. En la contención, Jesús Molina y Fernando Beltrán. Después una línea de tres con Uriel Antuna por derecha, Víctor Guzmán por el centro e Isaác Brizuela a perfil cambiado por izquierda para dejar en punta a  Alexis Vega.

Todavía no están firmados, pero queda claro que si llegan Guzmán y Calderón será para arrancar el Clausura 2020 en el once de Tena.  El Pocho detrás del centro delantero (posición que ocupó en los últimos partidos Javier López) y el Chicote como lateral izquierdo. En el caso de Antuna iría por fuera a la derecha o a perfil cambiado intercambiando posición con Brizuela.

Hasta ahí todo luce bien, pero entonces... ¿qué pasará con Erick Aguirre, José Juan Vázquez, Alexis Peña y José Madueña?, ¿serán incorporaciones para calentar la banca? Por supuesto que pueden pelear por un lugar como titulares, pero parece más que las Chivas de Peláez podrían encartarse en lugar de encontrar soluciones rápidas, que es lo que quiere su gente.

Aguirre jugó prácticamente todo el torneo anterior como lateral izquierdo, pero ahí va Calderón; si juega como mediocampista, a quién quitan, ¿a Guzmán, a Beltrán? Lo mismo con el Gallo Vázquez y Madueña. El primero solamente jugó arriba del 10 por ciento de los minutos en Santos y el segundo era banca en Cruz Azul. ¿En dónde los acomodas? Lo peor sería pensar en sentar a un muchacho como Beltrán, quien con 21 años terminó de gran manera este torneo y  es parte del futuro de las Chivas, surgido de sus fuerzas básicas.

En verdad que son decisiones que no se entienden. Por supuesto que este equipo necesitaba reforzarse, pero no está para ayudar a “recuperar el nivel” a jugadores como el Gallo Vázquez, quien se fue del equipo en su mejor momento y ha regresado mal. De ahí las dudas de lo que hoy llaman el resurgimiento de las “Super Chivas”.

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