Este columnista de medio pelo hace pública su propuesta para que Las Queretanas Asesinas sean candidatas a presidentas municipales o gobernadoras de esta honorable ciudad y estado, respectivamente.

Este reportero propone también que estas innobles mujeres sean declaradas patrimonio cultural de Querétaro, de la humanidad y de Celaya de ser posible.

Que estas señoras sean declaradas patrimonio cultural de la humanidad por ser expresión viva del ser queretano, le guste o no le guste a las dos o tres familias que dicen ser descendientes directos de Conin y aseguran tener certificado de sangre en su poder.

Que las autoridades y sus respectivos cuerpos de asesores trabajen para que Las Queretanas Asesinas reciban la denominación de origen por ser un productoMade in Querétaro, junto con las gorditas de maíz quebrado y la arenga del señor “¡Áaaanimo!”.

Que de esta manera quede un precedente, un recuerdo incólume del paso de estas damas de rancho, estrafalarias y argüenderas.

Que en un futuro lejano, cuando ya no estén con nosotros y vivan en el cielo de los personajes fuera de moda, se edifique en su memoria una escultura monumental con sus figuras a la entrada de Lomas de Casa Blanca, paraditas y juntas, mirando al horizonte, cual Torres de Satélite.

Pero lo de las candidaturas fue una idea de ellas, no de este innoble periodista de sociales, humilde anota nombres.

Fueron ellas las que se proponen como candidatas para dirigir los destinos de este estado, cada noche, en la obra Las Queretanas Asesinas: aguadas y caldozas, en el Teatrito La Carcajada, en temporada a partir de la primera semana de abril y hasta que el cuerpo aguante (el de ellas, no el nuestro).

Algunos candidatos deberían aprender de la elocuencia y estilo de Uvaluz (Ricardo Ortega Co-K), y de la capacidad de raciocinio de Pomarrosa (Jorge “Chito” Izquierdo”), empeñada en declarar a Celaya como país independiente y que tenga su propio himno nacional.

Qué decir de la gran, pero gran, humanidad de Clarita (Ángel Pérez Olguín), quien pide que el brassiere copa doble “C” sea la norma estatal a seguir por las señoritas queretanas y que las flacas sean expulsadas del estado.

Algunas de sus propuestas, hechas en el escenario, tiene un sustento contundente y una justificación innegable; por ejemplo que los juegos de Los Gallos Blancos se lleven a cabo entre semana y a la una de la mañana, para que los maridos no tenga pretexto de no llegar temprano a la casa los viernes y fines de semana.

Entre sus propuestas para mejorar la imagen de Querétaro se pide que se declaren zonas libres de chilangos y de “guanatos” (oriundos de Guadalajara), lugares santificados donde no se permitan expresiones nocivas para oídos castos como el “no manches güey” o no se diga “estar agüitado” en lugar de “estoy triste”.

Que todos los automóviles foráneos sean producidos sin claxon y con ventanillas fijas para que no puedan arrojar basura ni colillas de cigarros.

Que el merendero La Mariposa sea certificado como monumento histórico junto con el Teatro de la República y la Casa de La Corregidora. Que se organicen tour nocturnos a La Yegua y que comer tacos en El Pata sea por ley.

Se dirá y con razón, que Las Queretanas Asesinas son escandalosas, exageradas, ridículas, chancludas, divertidas, criticonas, inofensivas, brabuconas, adorables y persignadas.

Pero estas damas, divas de La Fuente de los Perritos, son honestas y divertidas, dos atributos que tienen ningún candidato, y quien diga lo contrario estará cometiendo perjurio y faltas a la razón absoluta. FIN

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