Por más que nos cueste creerlo, aún existen destinos en donde está prohibido el acceso a las mujeres, sitios catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aunque no toda la humanidad pueda visitarlos.  Incluso aun cuando Cassie de Pecol ha sido la primera mujer y la más joven en conseguir el Récord Guinness por pisar cada país del planeta, no ha logrado ver una gran parte de este mundo.

Recintos que imponen restricciones de paso, dejando transitar hombres por la puerta principal y mujeres, como diríamos coloquialmente, por el patio trasero. En algunos sitios sagrados no se permite la entrada a las damas, en museos, espacios históricos e incluso, atracciones extremas, parques acuáticos y hasta clubes deportivos, ¿pueden creerlo?, tal pareciera que nuestra lucha va en retroceso, eso sin mencionar que en este 2020 se han acrecentado las denuncias de violencia contra la mujer en uno de los destinos más aclamados por los turistas, París (ya sea por la vestimenta, por no portar un velo, por cuestiones religiosas, de tradición y cultura o simplemente por considerarnos el “sexo débil”).

¿Sabían que las mujeres pueden ser arrestadas en algunas playas de las Islas Maldivas por usar un bikini? Y no, no crean que les hablo de la prehistoria, estoy mencionando un caso que sucedió apenas en febrero de este año. Maldivas no solamente es sol y playa, para visitar este destino debes saber que se rige por la ley Sharia, es decir, es un país 100% musulmán y prohíbe a las féminas mostrar los hombros y las rodillas, por lo que si no te alojas en un resort o averiguas en qué zonas se permite usar esta prenda, podrías ser detenida. El uso de bikinis está permitido sólo en centros turísticos y “estrictamente restringido” en playas públicas, debido a la sensibilidad cultural y las regulaciones locales.

La prohibición de las mujeres existe en varios destinos; en el Monte Athos, en Grecia, donde no sólo aplica al género humano, sino a todas las hembras del reino animal, salvo las gatas que son consideradas como buenas cazadoras de ratones. En el Monte Omine, en Japón, la presencia femenina no es bienvenida desde hace más de mil 300 años para evitar tentaciones  entre los monjes, de la misma manera en Okinoshima. Por cuestiones religiosas, la Playa de Mlimadji, Islas Comores, en un pequeño país de África Oriental, en el Templo de Ayyappan de Sabarimala, en India, así como el Santuario Haji Ali Dargah, en los estadios futbol de Irán y en Londres todavía existen clubes exclusivos para caballeros de clase alta que tuvieron sus años dorados en el siglo XIX como el White Gentleman’s Club, y los Kafenion exclusivos para varones en Grecia. Y para terminar, este no se trata de un centro sagrado o de oración, sino una atracción del parque acuático Galaxy Erding, de los más grandes de Europa. El tobogán X-Treme Faser, en Alemania, está prohibido para mujeres, a decir de sus creadores, por seguridad, ya que alcanza velocidades de 70 kilómetros por hora y puede ocasionar lesiones en las partes íntimas femeninas, ustedes que dicen, ¿prevención o pretexto?
Sí, a lo largo del tiempo hemos logrado mucho, sin embargo, cuesta creer que, aunque parezca una realidad ajena al siglo XXI, todavía haya zonas en donde nos prohíben la entrada durante los días de menstruación, que se exija la compañía de una figura masculina o se nos niegue por completo el acceso.

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado 
por la ANLM
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Instagram: @NatividadSanchezB

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