Entre los procesos políticos importantes a realizarse en 2022 destacan la consulta de revocación/ratificación de mandato y el proceso electoral en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas el  5 de junio. Sobre la revocación/ratificación de mandato queda poco por decir; los procesos electorales estatales son de la mayor relevancia no sólo al interior de las entidades en las que se llevarán a cabo sino, también, en términos de la distribución del poder político.

La elección de 15 gubernaturas en 2021 mostró dos elementos importantes. En primer lugar, que las lógicas políticas federales y locales —así como las de cargos ejecutivos y legislativos— no necesariamente corren en el mismo sentido; caso paradigmático, Nuevo León donde Movimiento Ciudadano gana la gubernatura con el 36.6% de los votos, pero únicamente obtiene  3.8% de los distritos locales,  9.6% de las presidencias municipales y ninguno de los distritos federales. En segundo lugar, que la cohesión interna de las fuerzas contendientes es fundamental no sólo para el resultado sino en términos de gobernabilidad democrática.

Mientras en Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Tamaulipas se elegirá al titular de la gubernatura, en Durango se eligen, también, autoridades de los 39 municipos, y en Quintana Roo, además de la gubernatura, se renovarán los 25 escaños del congreso local. Es de esperarse un comportamiento electoral distinto especialmente en   Durango, porque, aunado a la campaña por la gubernatura, las candidaturas para las presidencias municipales tendrán un impacto en el resultado por resultar mucho más visibles que las legislativas.

El proceso electoral ha iniciado ya en las 6 entidades y, con él, conflictos en diversos frentes, especialmente en lo relativo a la definición de candidaturas. Si bien Morena buscó adelantar su proceso de selección a través de encuestas, en la práctica ha abierto al menos dos frentes potencialmente complejos en Durango y Oaxaca. En Durango el ganador en las encuestas fue José Ramón Enríquez pero la candidata será, con el fin de cumplir con el criterio de paridad, Marina Vitela Rodríguez. Por su parte, en Oaxaca, el ganador fue Salomón Jara pero ha sido impugnado por la senadora Susana Harp. En estos dos casos destaca que, a pesar de que se argumentó que se aplicarían encuestas espejo para evitar generar suspicacia en torno al resultado, ambos contendientes han alegado que las candidaturas fueron definidas y registradas el 18 de diciembre, cuatro días antes del anuncio oficial.

Del lado de la coalición Va por México el proceso tampoco ha sido sencillo. En el históricamente priísta estado de Hidalgo el choque entre la dirigencia del PRI y el gobernador Omar Fayad no parece estar resuelto del todo a pesar del anuncio de la precandidatura de la secretaria general Carolina Viggiano. En Aguascalientes la elección de la diputada federal María Teresa Jiménez Esquivel estuvo cerca de generar un conflicto interno al interior del PAN  y, en Quintana Roo, todo apunta a que no se concretará una alianza entre el PRI, el PAN y el PRD, lo que podría ilustrar que la tan anunciada alianza opositora es mucho menos firme de lo que sus impulsores quieren mostrar.

La carrera ha empezado; ya habrá tiempo y espacio para discutir y analizar nuestros prejuicios a lo largo de este proceso que apenas inicia.

Twitter: @maeggleton

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