“Házmela rusa”, albur en nuestro léxico nacional, es también una cerveza tipo Russian Imperial Stout mexicana, negro mate intenso y espuma media, que fabrica La Chingonería, cervecera artesanal fundada en 2011 por el ingeniero en sistemas Isaac Aroche, quien, después de viajar a varios países e incursionar profesionalmente en la fabricación de cerveza, logró esta bebida utilizando tres tipos de chiles combinados con cacao criollo orgánico de Tabasco. Con ocho grados de alcohol, Házmela rusa tiene un aroma a tofi, chiles y malta tostada, con sabor amargo fuerte y una degustación a chiles y chocolate. Su maridaje es postres dulces, chocolates, carnes rojas, mole rojo y negro.

Actualmente, La Chingonería produce, de base, tres marcas de cerveza: Házmela rusa, Acapulco en la azotea y la Tenebrosa. La segunda es tan fresca que es fácil de beber tanto en días calurosos como en templados o fríos. Es una cerveza Golden Ale con coco y cinco grados de alcohol. Su vista es color dorado con espuma media, aroma a maltas y pan, y con sabor a coco y malta. Su maridaje es sushi, camarones y ensaladas.

Mientras que la Tenebrosa es una Pale Ale americana hecha con lúpulos Mosaic y levadura Old Sonoma, elementos originarios de la primera micro cervecería estadounidense, la New Albion. Se perfuma con un toque de enebro, y el arte de su etiqueta está basado en el cuento El enebro de los hermanos Grimm. Es color dorado profundo con aroma a malta y cítricos, especialmente mandarina; su registro al paladar es maltosa con toques frutales y final seco. Maridaje: cochinita pibil, pámpano a la sal y quesos frescos de oveja.

Casi para arribar a su séptimo aniversario, La Chingonería acaba de instalar una nueva planta en la Delegación Iztacalco, por el Palacio de los Deportes, donde producirá alrededor de mil 700 litros más de estas exquisitas bebidas que podrán encontrarse, además de los circuitos de venta de cerveza artesanal, en tiendas como La Europea, Comercial Mexicana, algunas de autoservicio y al interior de la República.

Aparte de sus tres marcas, han realizado colaboraciones. La más reciente fue con Estados Unidos en un programa del departamento de agricultura de ese país y que les permitió “fomentar lazos entre las dos naciones, contrario a lo que propone Trump”, dice Aroche.

Estos intercambios les han permitido mejorar sus procesos y ofrecer una mejor cerveza a sus clientes y, ahora con la nueva planta, esperan producir más porque lo que hasta ahora fabrican se vende todo y muchas personas se quedan con ganas de probarlas.

En invierno, comenta Isaac Aroche, “Sacamos una cerveza que es con mole, otra con mezcal y, más adelante, la Chécate ésta, para tiempos de calor. En noviembre regularmente es temporada de Réquiem Púrpura, una cerveza para día de muertos.

Actualmente lo único que les ha afectado ha sido la subida del dólar porque todos sus productos son importados: “En México hay ahorita dos o tres malteras que pueden ofrecer cierto nivel de calidad, pero la verdad no las he incorporado porque no queremos arriesgarnos sin hacer las pruebas pertinentes”.

En su blog, Aroche comenta que el mundo de la cerveza es más complejo que los dos estilos que nos quieren vender las multinacionales. Ejemplo es la “Mexican Imperial Stout” de la que salen muchos estilos todos los días.

“No somos los mejores, pero sí los más chingones”, dice Aroche, porque sus cervezas han sido reconocidas en la World Beer Cup (EUA), International Beer Competition (Japón), Copa cervezas de América (Chile), European Beer Star (Alemania), entre otras. Si desea saber más o dónde conseguirlas le recomendamos buscar en su portal (lachingoneria.com.mx).

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