Una lamentable piedra en el zapato Es verdad que en el municipio de El Marqués el problema de sobre población de perros y gatos es ya exagerada. En esta administración o en la pasada y ante pasada y las que siguen hacia atrás, es lo mismo, la maldita indiferencia de sus gobernantes y secretarios que han sido necios hasta la saciedad en atender este problema que para ellos es un asunto solamente de salud pública sin tocar el tema de la crueldad, porque eso les es totalmente apático por decir lo menos y por decir de alguna manera lo poco o nada que les importa el asunto de miles de perros vagando, sufriendo y abusados que les tiene sin cuidado. Cansada de ir y pedir, rogar, suplicar que se haga algo sin lograrlo, proponiendo, ayudando, haciendo y nada, es por demás decir que también ha tenido un costo económico para la protectora de animales, después de tantos años tratando de mejorar lo relacionado con la fauna doméstica en ese municipio, pero, es imposible que este problema que cada día es mayor se haga sin la autoridad municipal, no hay varita mágica ni pueden esperar no se qué. El secretario de administración de este municipio, Miguel Noriega, pretende “por mientras”, ubicar a una medico veterinaria, al coordinador de control animal, la camioneta de traslado de los perros y demás en un lugar que francamente es ofensivo y deprimente a más no poder. Ese lugar es donde se guardan los camiones de la basura que necesitan reparación, obvio que sucios y mal olientes, haciendo fuertes ruidos de motor y alarma reglamentaria de la reversa, un lugar francamente imposible de pensar para resguardar por tres días de ley a los perros que recogen y a los que puedan esterilizar, porque además, ni medicamentos suficientes para cirugías tienen, insalubre y sin ninguna instalación, pero lo peor es la relación que hace el secretario de la basura con los animales. Ya basta de decir que no hay dinero, que existen otras prioridades, porque la salud pública es una prioridad, pero además los animales existen, ahí están y se siguen reproduciendo sin control, y no hay una sola comunidad del municipio que tenga un mínimo de atención al problema, y el maltrato animal con salud van de la mano. Sucede algo que la autoridad municipal tiene que tomar en cuenta: la gente, la sociedad, la población es la que nos pide ayuda a gritos y la Protectora de Animales no tiene la capacidad económica para resolver este enorme problema que crece y crece día a día. Señor alcalde Enrique Vega Carriles: la Protectora de Animales no va a pedir, va a dar; lo menos que esperamos de su administración es la atención que merece la gente que lo puso ahí.

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