Comenzar una vida en pareja involucra muchas cosas además del amor, como compromiso, comunicación, confianza, y honestidad. Y estos últimos factores también se deben llevar a la dimensión de las finanzas si se busca una relación sana.
Cuando se tiene una pareja, la transparencia en la administración del dinero es clave. Y es que el engaño por parte de una de las partes, o lo que conocemos como infidelidad financiera, puede causar una gran tensión e ir desde discusiones, pérdida de confianza hasta el divorcio.
Por eso es indispensable hablar de dinero, llegar a acuerdos y ser muy claros. Desafortunadamente, aún hace falta más apertura para tocar estos tópicos. Tan solo, de acuerdo con el Informe Amor y Dinero 2022, de Personal Capital elaborado por Morning Consult, al menos 4 de cada 10 personas evitan las conversaciones financieras con su pareja.
Sin embargo, es de suma importancia si se pretende una relación duradera.
El mismo informe señala que la honestidad y la equidad son las cualidades más valoradas en una relación, ya que el 58 % dice que terminaría la relación si su pareja fuera deshonesta con el dinero o sus gastos.
Pero ¿cuál es la estadística de infidelidad financiera? Para darnos una idea, la Encuesta del National Endowment for Financial Education (NEFE) de US News & World Report ha señalado que 43% de los adultos confiesa haber cometido algún tipo de infidelidad financiera.
Y eso no es todo, más del 85% de quienes señalan haber cometido un engaño financiero indican que esto ha afectado en su relación: ya sea por discusiones (42%), menos confianza en la relación (32%), menos privacidad (20%) o incluso llevar a una separación de finanzas combinadas o el divorcio (16% cada uno).
Hay muchas formas de infidelidad financiera, que es importante conocer para saber si hemos caído en la tentación de ésta. Probablemente, la más habitual de todas tiene que ver con ocultar gastos que no han sido acordados y que puede ser motivo de un conflicto importante.
Pero hay otras, como ocultar o mentir sobre las deudas contraídas con el banco, el saldo de las tarjetas de crédito, pero también cuando un miembro de la pareja pide prestado o presta sin informar al otro. Mantener las cuentas ocultas o no revelar los ingresos o el salario, es parte de esta poca transparencia con la pareja, quizá por no compartir objetivos financieros o de ahorro, o simplemente por no creerlo necesario.
Lo importante es procurar no tener malos entendidos, y recordar que la comunicación y la confianza son bases fundamentales de una relación; esto incluye ser honestos sobre la situación financiera de cada uno, establecer metas en conjunto, platicar abiertamente, tener finanzas sanas en pareja y dejar de ser parte de la estadística.
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