Las tensiones entre Irán y el mundo Occidental una vez más se vuelven a incrementar, en esta ocasión por la captura hace un par de días de un buque petrolero de bandera británica, el Stena Impero, por parte de la Guardia Revolucionaria Iraní en el Estrecho de Ormuz. La acción, catalogada por Jeremy Hunt, secretario de relaciones exteriores del Reino Unido (RU), como “completamente inaceptable”, ha generado que otros actores como los Estados Unidos de América (EUA), principal aliado británico, se involucren en el caso. ¿Qué implicaciones tiene este hecho para la región y para el RU?
De acuerdo con Teherán, el buque británico fue capturado al encontrarse navegando sin autorización en aguas iraníes, aseveración que tanto Hunt como los miembros de la tripulación han rechazado. ¿Por qué sucedió entonces? Una posible respuesta indica que fue por retaliación luego de que un grupo de Marines Reales ayudaron a capturar un buque petrolero iraní, el Grace 1, cerca de Gibraltar, territorio al sur de España perteneciente al RU. Según los reportes, dicho buque cargaba petróleo a Siria, incumpliendo las sanciones impuestas al país del Medio Oriente por la Unión Europea. Otra posible respuesta sería que la intención de Irán es seguir mermando la influencia que EUA tiene en la zona, y ¿a través de qué lo estaría haciendo? Pues mediante el debilitamiento del aliado más importe del país de las barras y las estrellas: el RU, así, si Irán le pega a uno, también le pega al otro.
De igual manera, las tensiones entre la República Islámica de Irán con el RU y los EUA, han crecido considerablemente sobre todo en los últimos meses a causa de esta captura del buque británico, pero también por los supuestos ataques iraníes a otros buques petroleros, a lo que los estadounidenses lo catalogan como una generación de inseguridad que aumentaría las tensiones y desestabilizaría la región; y además por haber derribado un drone estadounidense, aunque este se encontraba volando ilegalmente el territorio aéreo iraní. Todo esto ha obligado al gobierno británico a tomar y recomendar máximas medidas preventivas en caso de que la situación escale, por ejemplo, la compañía aérea British Airways ha suspendido sus viajes a El Cairo, Egipto, con la intención de evitar la región y así no exponer a sus nacionales a algún ataque.
¿Pero por qué tanta tensión y animadversión entre los anglosajones y el país heredero del imperio persa? Desde luego hay cuestiones históricas e ideológicas que envuelven y diseñan esta relación. No obstante, el interés Occidental en la región del Medio Oriente, particularmente de Irán, se debe no sólo a los recursos naturales que este territorio posee, como el petróleo, sino por la ubicación geográfica tan relevante que tiene. Irán, junto con Turquía, forma un puente de comunicación y acceso para el comercio entre Europa y Asia; no por nada este espacio fue tan codiciado por los británicos y franceses hace un siglo durante y al finalizar la Primera Guerra Mundial. En este escenario, otras naciones como China han mostrado gran un interés en la región, creando una ruta de comercio desde su país, pasando por Teherán y concluyendo en Europa; se trata de la nueva ruta de la seda, es por ello que las potencias Occidentales han buscado de una u otra manera debilitar la influencia china en la región e imponer la suya.
Sin embargo, a este escenario Hunt se le puede sacar provecho, y es que actualmente se encuentra contendiendo por el puesto de primer ministro que dejó Theresa May hace unas semanas, por lo que de conducir esta situación con diplomacia y carácter, podría acrecentar su influencia política y prestigio, aumentando sus posibilidades de llegar a la cabeza del gobierno británico. Todo dependerá, desde luego, de sus siguientes movimientos
