Cuando la rueda del tiempo nos ubica en los albores de un ciclo anual, los seres humanos consideramos oportuno hacer un recuento de logros que nos permiten evaluar el pasado, comprender el presente y vislumbrar el futuro. El discurso del ministro Arturo Zaldívar Lelo realizó este ejercicio respecto del Máximo Tribunal del país, en la sesión de inauguración del primer período de sesiones, correspondiente al año 2020.

El presidente de la Corte destacó las etapas por las que el Máximo Tribunal ha transitado. La primera, que ubica dentro de los primeros 15 años de este período, “… este Tribunal enfocó sus energías, sobre todo, a definir los ámbitos competenciales de los diferentes órdenes jurídicos del sistema mexicano. Baste recordar los numerosos asuntos en los que la corte definió la competencia de los órganos gubernamentales: federales, estatales, municipales, de la CDMX, así como de los organismos constitucionales autónomos. Generando, sobre todo certeza y seguridad jurídica en un complicado sistema competencial”.

La segunda etapa, señala el ministro presidente “ —que inicia en 2010, pero con intensidad a partir de 2011— la Corte enfocó sus baterías, sobretodo, en la protección y desarrollo de los derechos humanos de todas y de todos”. En esta fase, el Máximo Tribunal definió los alcances del control de convencionalidad, jerarquía normativa de tratados internacionales, control difuso y principio pro-persona. En juicio de amparo: interés legítimo, declaración general de inconstitucionalidad de leyes, amparo adhesivo, irretroactividad de la jurisprudencia y otras de gran importancia para la vida jurídica de nuestro país.

A lo largo de este año, esta Suprema Corte tendrá que resolver asuntos de relevancia… para la democracia de nuestro país, entre ellas, señalo las siguientes: la acción de inconstitucionalidad coloquialmente conocida como “Ley Bonilla… Gestación Subrogada… Impedimento a personas con Discapacidad intelectual para contraer matrimonio; igualdad de género en el otorgamiento de indultos a padres y madres privados de la libertad… al aborto”. Entre otros.

Las resoluciones que dicte la Suprema Corte, podrán ser discutibles, podrán no gustar a todos, pero nuestras argumentaciones sostendrán la legitimidad de que estamos cumpliendo nuestra obligación de respetar la Constitución y de proteger los derechos de las personas; nuestra independencia está asegurada, lo mismo que nuestra autonomía.

Ministra en retiro de la SCJN

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