No han pasado ni dos meses de la tragedia que dio pie a la necesidad de realizar una elección extraordinaria en Puebla y ya está esa entidad en plena efervescencia electoral. Tanto la clase política nacional como la sociedad poblana se conmocionaron con el terrible accidente que tomó la vida de la gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, sin embargo la vida continúa y empiezan a acercarse los tiempos de definiciones por parte de los partidos para hacer sus movimientos políticos y definir las personas que los representarán en la boleta.

En este lógica, hace apenas unas semanas se veía totalmente improbable que Luis Miguel Barbosa repitiera como candidato a la gubernatura de Puebla. Hoy para sorpresa de muchos es el hombre a vencer en esa contienda y se muestra invencible conforme lo indican las encuestas publicadas recientemente. ¿Será Barbosa y la percepción que ganó y se la quitaron? ¿Será Morena y su líder AMLO quien no sólo no baja su popularidad sino que la afianza? Para el partido del presidente sería un gran triunfo en su nueva meta electoral, ganar gubernaturas, siendo que dos de estas estarán en juego este año.

La controvertida muerte de la gobernadora de la que deriva la convocatoria para una elección extraordinaria, parecía ser un antecedente que generaría una especie de sentimiento de apoyo al PAN, partido que, perdiendo todos los cargos en disputa en la elección de julio de 2018, había conservado de manera muy cerrada la gubernatura de Puebla, yéndose hasta la última instancia en los tribunales.

Los días posteriores al lamentable accidente que le quitó la vida a la gobernadora Martha Erika Alonso y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, fueron difíciles para políticos como Luis Miguel Barbosa, señalado como el político que había confrontado y desafiado de manera dura la victoria de la gobernadora. Algunos quisieron poner a Barbosa, sin sentido, como una figura a culpar, esto por haber sido ese contrincante frontal que se le fue con todo, en vida, a la extinta gobernadora, dentro de lo políticamente válido.

Sin duda la culpa del accidente que quitó la vida a esta prominente pareja de políticos poblanos no era de Barbosa, pero algunos se fueron con la finta y satanizaron su imagen, queriendo hacer de su nombre un sinónimo de rechazo, por lo que se consideraba no debería ir a la boleta.

Pero las encuestas dadas a conocer nos presentan a un Luis Miguel Barbosa imbatible, aunque hay que decir también que Morena como partido ganaría, según estos datos, con cualquier candidato. Puebla se volcó en las pasadas elecciones hacia el partido de AMLO, quedándose Barbosa en la raya de manera casi inexplicable, por lo que parece lógico el resultado de la encuesta.

La elección de 2018 y 2019 serán totalmente distintas. De entrada será un factor la ausencia de Moreno Valle, experimentado político y gran operador. Ganar Puebla sin el ex gobernador en los controles será mucho más difícil para el PAN, que como partido no tenía la fuerza política que adquirió con Moreno Valle, que llevó al albiazul a ganar por primera vez esa entidad y luego la refrendó Tony Gali, su protegido político.

La encuesta que coloca a Morena como puntero, si hoy fueran las elecciones, es un balde de agua fría para la oposición, por lo que se debate entre varios supuestos. Se habla de una alianza PRI-PAN, una selección de candidatos propios que podrían ser mandados al sacrificio o incluso no participar con candidato en la elección.

Otro dato que aterroriza a cualquier partido de oposición que hoy esté en el gobierno es que los dos últimos gobernadores poblanos, postulados por el PAN, gozan de una buena evaluación de sus gobiernos, pero a pesar de eso parece que los electores votarán por un cambio. Barbosa, el senador Armenta, o cualquier otro de Morena, podría estar en franco camino a la Casa Puebla, revirtiendo la única elección en el estado de Puebla que el partido que hoy gobierna a nivel federal había perdido en julio pasado.

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