El estereotipo del empresario sustentado en la imagen del heredero de grandes fortunas o del genio multiplicador de dinero, está siendo rebasado por la realidad de los empresarios de hoy en día. Es decir, la realidad está demostrando que no es necesario contar con talentos especiales o con herencias cuantiosas para emprender un negocio propio y tener éxito. “Los estereotipos son verdades cansadas”, decía el filósofo francés George Steiner, y ciertamente, porque decirse empresario en la actualidad ya no es exclusivo de un grupo o sector social; más bien tiene que ver con las ganas, el ímpetu y la actitud de querer emprender.

Por otro lado, el papel del empresario también ha venido a retomar una relevancia particular no sólo en el ámbito económico, sino también como detonante de prosperidad y bienestar social. En ese sentido, el empresario y sus acciones a favor del desarrollo económico y la generación de fuentes de empleo, tienen la capacidad de contribuir con la generación de sociedades más equitativas. Por tanto, hoy en día se vuelve imprescindible la configuración de un perfil empresarial consciente de su realidad y del alto impacto de sus acciones en el ámbito económico y social.

En este marco de ideas resulta relevante mencionar el impacto que tienen en la economía mexicana las micros, medianas y grandes empresas; que en total son más de cinco millones en el país. En datos duros generan nueve de cada 10 empleos formales y contribuyen con el 83% del Producto Interno Bruto. Ante el incremento fluctuante en la tasa de desempleo, y sobre todo en razón del flujo migratorio que está teniendo Querétaro y la demanda laboral que esto genera, resulta necesario contar con muchas más y mejores empresas para seguir generando empleos de calidad.

Existen diversos programas gubernamentales y de la iniciativa privada que promueven el emprendedurismo empresarial. Por ejemplo, en Querétaro está el programa de “Juventud Emprendedora”, al cual convoca la Secretaría de la Juventud cada año. Por otro lado, a nivel nacional se cuenta con una gama de programas generados particularmente por el Instituto Nacional del Emprendedor, dependencia del Gobierno Federal. Es así como el tema de la generación de nuevos empresarios a partir de la promoción de una cultura emprendedora se ha convertido en un tema transversal y estratégico para el país.

De manera particular la juventud representa un eje prioritario en el tema del emprendedurismo. De acuerdo con la OCDE, México ocupa el tercer lugar en la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan, los llamados Ninis, con una cifra que asciende a 7.82 millones de jóvenes. Estos datos nos dejan ver que hoy en día tenemos cientos, millones de jóvenes que, o ya están buscando trabajo o en pocos años lo buscarán; que muchos de ellos se encontrarán con el desempleo, con trabajos mal pagados o de mala calidad. Ante ello la alternativa es impulsar, apoyar y acompañar las ideas que surjan de la juventud mexicana y que resulten pertinentes social y económicamente para país.

En el grupo de Jóvenes Empresarios CANACO estamos trabajando por sumar nuestro granito de arena a la configuración de un perfil empresarial adecuado a nuestros tiempos. También estamos desarrollando proyectos con el objetivo de fortalecer las empresas encabezadas por jóvenes queretanos. Y de manera prioritaria hemos decidido realizar acciones que promuevan una cultura emprendedora, principalmente entre los jóvenes. Lo hacemos porque creemos que los jóvenes empresarios tenemos una importante responsabilidad con el tiempo que nos ha tocado vivir.

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