Uno de los mejores maestros para las personas es el tiempo. Se encarga de enseñarnos desde la infancia y hasta la vejez con su inmutable constancia, ritmo y frecuencia. Hace que vayamos aprendiendo de poco a poco o de golpe, según las circunstancias que nos presenta la vida misma, la que a su vez suele sorprendernos con el azar cuando se le ocurre. Ella misma invita a muchos a visitar el parque de diversiones de las oportunidades y de cada quien depende reunir lo necesario para acreditarse boletos de acceso para algunas atracciones.

Una de las más interesantes es la rueda de la fortuna. Cuando te subes, tiene sus propios ciclos compartidos, en ocasiones estamos arriba y muchas otras abajo. Hay que considerar el enorme cuidado de no marearse cuando se llega a la parte alta, ya que las consecuencias pueden ser de pronóstico reservado. Sin embargo, lo más interesante es trabajar y esforzarse para tener a mano boletos de acceso y estar en ella, disfrutando de un panorama muy distinto al que  solemos mirar cuando no estamos ahí, en especial, si el parque de diversiones es este

Querétaro nuevo que deseamos conservar.

Twitter:@GerardoProal

Google News