En agosto se anunció, por parte de quienes integran el Pacto por México, la instalación de siete mesas temáticas para poder conformar lo que pudiera ser una profunda y amplia reforma política electoral.

El anuncio fue realizado en una reunión encabezada por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y los presidentes del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La primera de las mesas abordaría la legislación secundaria de la reforma constitucional realizada en el 2012 por el Congreso de la Unión, que incluye candidaturas independientes, iniciativa ciudadana, consulta e iniciativa popular; figuras que fueron bienvenidas por la sociedad en general.

La mesa dos trataría la Ley General de Partidos Políticos. La tres, la reforma electoral; la cuarta, la autoridad electoral y la posible creación del Instituto Nacional Electoral; la quinta, la reforma al régimen político y de gobierno; la sexta la reforma al Distrito Federal, y la siete a los temas pendientes en el Legislativo como la revisión del fuero y la publicidad gubernamental.

Las horas, los días, las semanas y ya prácticamente los meses pasan sin que alguna de las mesas dé resultados y tenga acuerdos concretos, principalmente por la inacción o más bien acción de contención que realizan los representantes del PRI, quienes a la fecha no han presentado alguna propuesta en tan diversos temas.

Ya en estas fechas se han clausurado los trabajos de algunas mesas, ante esa falta de acuerdo y compromisos principalmente por los representantes priístas, con la seguridad que serán retomados por la mesa rectora del Pacto por México y pero también con la posibilidad que la reforma tan esperada, de darse, sea para aplicarse pero hasta las elecciones del 2015 y del 2018.

Hoy todo parece indicar que los ciudadanos tendrán que esperar para hacer realidad en el ámbito federal ser candidatos independientes, participar en una consulta popular o presentar una iniciativa ciudadana, en el mejor de los casos hasta pasado 2015, no obstante los plazos perentorios que se establecen en la reforma constitucional.

Esto es lo que nos refleja la actitud de desdén a la reforma político-electoral del denominado “nuevo PRI”, que con prácticas dilatorias pretende la regresión de la avanzado de sociedad y gobierno durante los doce años de gobiernos panistas, ya que pretende hacerse del Congreso de la Unión en 2015 con los menores contendientes posibles. Finalmente los hechos del fracaso de las mesas del “Pacto” en materia político-electoral, nos lleva a dos posibilidades.

Una, que el secretario de Gobernación haya fracasado para construir una reforma política-electoral, o dos, que tiene éxito para construir el camino de la regresión en materia democrática como gran servicio a su gobierno y a su partido, el PRI.

Por ello es que el PAN ha presentado en días recientes una propuesta de reforma electoral y expresado que las libertades y democracia son necesarias para seguir construyendo un país que aspire al desarrollo en lo económico, social y político.

Hablando de libertades y democracia, mucho me congratulo de colaborar en El Gran Diario de México, EL UNIVERSAL, que está cumpliendo 97 años de existencia.

Diputado federal y consejero del Partido Acción Nacional

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