Tiene 30 años, ha pasado por uno de los mejores clubes del mundo, ha jugado Champions League y es campeón mundial infantil y campeón olímpico y nunca ha jugado una Liguilla. Giovani dos Santos hoy debuta en un torneo en el que por su veteranía, por ser un referente del futbol mexicano en la última década, debería ser recurrente, pero no es así.

Inició su proceso al revés, totalmente distinto a los jugadores mexicanos que van al futbol de Europa. Se hizo en La Masía, la prestigiada academia del Barcelona, donde fue escalando hasta llegar al primer equipo.

De ahí su recorrido europeo, al Tottenham, Ipswich Town, Galatasaray, Racing de Santander, Mallorca, Villarreal, hasta llegar a América, donde jugó con el LA Galaxy. Más de 12 años en equipos de Primera División y no sabe de lo que se trata la Liguilla, esa que hoy encara como titular contra Tigres en el Estadio Azteca y donde debe despegar, mostrar que  fue correcta su contratación en el futbol mexicano.

Es de los obligados a destacar con el equipo de Miguel Herrera. Si hay presiones desde la cabeza al cuerpo técnico, también deben permear a los futbolistas a los cuales han contratado para resolver en los momentos de apremio. Hoy, el sexto lugar de la tabla tiene la imperiosa necesidad de que despierten sus talentos millonarios, de lo contrario sumarán un segundo fracaso consecutivo, no ganar maldita la cosa en  2019.

Giovani vio siempre la Liguilla por televisión, hoy es distinto. Desde que fue brutalmente lesionado por Antonio Briseño se dio cuenta de que  la Liga MX no es sencilla, que las obligaciones existen y que la gran inversión que hicieron por él debe ser correspondida con juegos destacados, con liderazgo, todo lo demás será una calificación reprobatoria y un nuevo fracaso en su larga carrera llena de clubes en  los cuales nunca se pudo afianzar.

Es ahora o nunca para Giovani, tanto a nivel de clubes como para ser contemplado para la selección de Tata Martino. Hijo de un buen futbolista brasileño, de mamá mexicana y naturalizado español, pero mexicano de nacimiento, y nunca había jugado en la Liga que vio triunfar a su padre en los años 70.

Gio está con un alto compromiso, con la obligación de demostrar que sigue siendo de élite. Su primera Liguilla será paradójicamente su examen profesional, tiene prohibido reprobar.

@gvlo2008

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