Cuando escuchamos la palabra “Olimpiada”, lo primero que viene a la mente es el evento que se lleva a cabo cada cuatro años, en el cual deportistas de alto rendimiento participan en varias pruebas físicas para obtener medallas. Para asistir a este evento, los deportistas requieren bastante preparación y alrededor de la selección de los representantes olímpicos de cada país se genera una cultura deportiva. Como veremos en esta columna, en el mundo de las matemáticas sucede algo similar. Y los resultados de México en este ámbito son muy satisfactorios. El evento principal en el mundo académico es la Olimpiada Internacional de Matemáticas, o IMO por sus siglas en inglés. Cada año, seis estudiantes de alrededor de 100 países participan en esta competencia. La IMO lleva organizándose por más de 50 años y es muy prestigiosa. En ella han concursado varios matemáticos que posteriormente obtienen una Medalla Fields (el equivalente a un premio Nobel en matemáticas). El simple hecho de obtener una de las medallas es una carta casi segura para la admisión a una universidad en el extranjero. Su página oficial es http://www.imo-official.org. La IMO es el evento principal, pero así como en los deportes, también hay otras competencias regionales. México también participa en la Olimpiada Matemática de Centroamérica y el Caribe (OMCC), en la Competencia Europea Femenil de Matemáticas (EGMO) y otras. Los equipos mexicanos de estas competencias matemáticas nos han dado excelentes noticias en los últimos años. En 2013 el equipo mexicano obtuvo un resultado histórico en la IMO: quedó en lugar 17 de 97 países, por encima de todos los países europeos excepto Reino Unido y Ucrania. En la OMCC, México usualmente obtiene el primer lugar. Este año participamos por primera ocasión en la EGMO y se obtuvieron tres medallas de bronce. La participación para estos concursos internacionales se hace a través de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas. Sin embargo, la OMM no sólo es un concurso. Es un proyecto de divulgación en donde se presenta una perspectiva más fresca de las matemáticas y en donde los problemas no se resuelven con procedimientos rígidos, sino que son un reto divertido que requiere una dosis de ingenio. La OMM tiene alcance en todos los estados del país logrado gracias al trabajo voluntario y desinteresado de cientos de personas. Sus etapas son: Estatal, Concurso Nacional y Entrenamientos Nacionales. El primer paso para entrar a la OMM es participar en la etapa estatal. Cualquier estudiante puede inscribirse, bajo la condición de que no haya entrado a estudios superiores para el Concurso Nacional correspondiente. Hay más detalles en la página oficial: http://www.ommenlinea.org. Los ganadores de las etapas estatales asisten una semana a la sede del Concurso Nacional en noviembre, en donde se reúnen chicos de todo el país que disfrutan las matemáticas. De ahí, los mejores lugares conforman las preselecciones nacionales y participan en un proceso selectivo para elegir a los equipos de los distintos concursos internacionales. De esta forma, la OMM no sólo consiste en aplicar algunos exámenes y recibir algunos premios, realmente es un esfuerzo nacional conjunto para difundir las matemáticas en el país. Los frutos más notorios de esta labor se ven reflejados en los resultados de los concursos internacionales, sin embargo en el Comité Nacional sabemos que el mayor impacto se hace trabajando en varios niveles y estamos seguros que la divulgación es una luz que nos ayudará a disipar los fantasmas matemáticos mexicanos. *Académico de la Unidad Académica del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Juriquilla.

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