QAnon es su nombre. Entre sus seguidores ya están celebridades como Roseanne Barr; el ex pitcher de las Medias Rojas, Curt Schilling e incluso el conductor estrella de Fox News, Sean Hannity. Su teoría: Trump llegó al poder para ponerle punto final a la conspiración de las élites que están en el poder desde hace décadas.

El nombre proviene de la letra Q, utilizada en el gobierno de Estados Unidos para quienes tienen acceso a documentos de altísima seguridad. Q, por lo tanto, es alguien del gobierno con acceso a información clasificada. Anon es la abreviatura de anónimo y son los seguidores de Q.

La teoría de la conspiración que QAnon predica arranca en octubre 17 de 2016, a poco menos de un mes de la elección que ganó Trump. A partir de esa fecha, ciertas claves conocidas como ‘migajas’ han sido publicadas en internet en formato críptico por un Q que nadie sabe quien es pero que cada vez generan más adeptos que se suman a las discusiones de qué secreto o qué migaja les está aventando este anónimo funcionario del gobierno de Trump.

Estas migajas sirven para comprobar que tienen razón sobre su gran teoría de la conspiración: todos los presidentes de EU desde antes de JFK hasta Barack Obama, son criminales que a su vez han conspirado con las élites del mundo; con las instituciones bancarias globales; con el Vaticano; con la Corona Inglesa; con escuadrones de la muerte comandados por Hillary Clinton; con operadores de lo más oscuro y profundo del gobierno que han estado manipulando a su favor los acontecimientos para quedarse con el poder y dinero, generando cantidad de males en el mundo. Todos los presidentes salvo John F Kennedy, quien por no ser parte de la conspiración fue asesinado, lo mismo que Ronald Reagan, a quien intentaron asesinar durante su presidencia por la amenaza de que iba a desenmascarar esta conspiración. Ahora, Donald Trump es el elegido para llegar a frenarlos.

¿Quién eligió a Trump para esto? Algunos miembros del ejército estadounidense que quieren ayudar a Trump a enviar a toda esta mafia a prisión, a Guantánamo, en lo que denominan será ‘La Tormenta’ para poder salvar al mundo; para salvarnos a todos.

¿Suena loco? Totalmente. Pero sus seguidores han ido tomando fuerza al grado que ya hay miles de personas en los mítines de Trump que portan camisetas y/o gorras con la letra Q. En abril pasado organizaron una marcha en la capital estadounidense pidiendo transparencia. En junio, otro seguidor de QAnon se subió a un camión blindado de fabricación propia con armas y bloqueó la carretera que se encuentra a un costado de la Presa Hoover exigiendo la publicación de un documento gubernamental, que, por cierto, ya había sido hecho público al momento de esta loca exigencia.

A la fecha los seguidores de QAnon especulan que Q es alguien cercano a Trump que trabaja en La Casa Blanca y por ello intentan adivinar sobre su paradero y su influencia sobre el presidente de Estados Unidos.

Cada tuit de Trump es visto por los seguidores de QAnon como una confirmación de la lealtad del presidente a su causa. Cada vez que Trump escribe algo que menciona el número 17 —la letra Q en el abecedario es la 17— creen que los está motivando. Lo increíble de esta teoría de la conspiración es que Trump utiliza en varias ocasiones este número 17 para referirse a fechas o al número de demócratas que bloquean sus iniciativas.

Lo hace en Twitter y lo hace en sus discursos. Notablemente, en un rally a finales de julio en Tampa, en donde varias personas traían camisetas con la letra Q, Trump habló de haber ido 17 veces a Washington antes de haber sido electo presidente. Eso, para los QAnon, es una referencia a ellos y a que su teoría de la conspiración es correcta.

Para este tipo de personas, que Trump sea un racista, misógino, inculto, que enemiste a Estados Unidos con aliados y se acerque a otrora enemigos es lo de menos. Si su gobierno es un caos, eso no importa. Si nos preguntamos cómo es que Trump sigue sumando adeptos y simpatías a pesar de su agresividad, parte de la respuesta está en integrantes de grupos como QAnon y sus teorías de la conspiración de acuerdo con las que, que pase lo que pase, Trump es quien viene a salvar al mundo como misión primordial y por ello le perdonan todo.

Ahora entiendo.

APOSTILLA: La fecha del 25 de agosto puesta por el gobierno mexicano para tener un TLCAN renegociado se antoja lejana. El mayor cambio vendrá con los aranceles al acero y al aluminio en donde el gobierno de Trump desliza que podría volver a exentar a México a fines de mes y no a Canadá, quien sigue sin estar incluida en la mesa de negociaciones.

@AnaPOrdorica 

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