Justa, necesaria y oportuna fue la implementación del futbol femenil profesional en México, una oportunidad que miles de mujeres buscaban desesperadamente. Chivas femenil hizo historia al consolidarse como el primer equipo campeón, venció en casa a Pachuca por medio de una épica remontada cristalizada por Norma Palafox, jugadora que en un lapso de seis meses se ha vuelto más popular que muchos futbolistas del equipo varonil.

El hecho de tener un circuito profesional femenino en el deporte más popular y practicado en México, ha traído una serie de consecuencias positivas. En lo cultural representa un giro de 180 grados. Hoy las chicas son futbolistas PROFESIONALES, son figuras públicas, son portadoras de sueños de miles de niñas, estatus que hasta hace un año no tenían o se interpretaba como sólo un hobby.

En lo deportivo es donde se verán más tangibles las consecuencias y resultados, México siempre ha tenido un gran talento futbolístico, pero en la rama femenil no se contaba con el apoyo e infraestructura necesaria y por ende los resultados eran paupérrimos.

En la próxima Copa del Mundo femenil de Francia 2019, estoy seguro que México va trascender, que se tendrá una selección competitiva capaz de jugarle al tú por tú a Estados Unidos, Alemania Inglaterra o Francia (equipos mejor rankeados por la FIFA).

Este año se ha dado un paso gigante con la Liga MX Femenil, se han cambiado mentalidades y paradigmas. No es tan descabellado pensar que en unos años, México será potencia futbolística.

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