Siempre he admirado en Paco Ignacio Taibo II a un gran divulgador de la cultura y la historia nacional, no coincido con sus propuestas radicales pero las respeto y las entiendo desde su perspectiva muy singular, desde el personaje representa una voz crítica importantísima en su ámbito.

En noviembre de 1987, Taibo II publicó La Vida Misma, una divertidísima novela que me acompañó este fin de semana, en ella el escritor de novelas negras José Daniel Fierro es invitado a participar como jefe de la policía de Santa Ana, el primer ayuntamiento rojo en la historia de México, un oasis libertario y progresista de un país dominado por el PRI.

En Santa Ana, único territorio gobernado por la roja Organización Popular, vive un pueblo bueno que se ha organizado para levantar a su ayuntamiento, que arma cooperativas que se reflejan en la economía regional, que tiene una única radio comunitaria que ha instalado bocinas por todas las calles para transmitir noticiarios agrícolas y enriquecer el alma con música revolucionaria, en Santa Ana no hay prensa fifí, esa viene de la capital del Estado que quiere acabar con el ayuntamiento rojo, en Santa Ana no hay vagos y priva el pensamiento homogéneo por la causa; sí, en Santa Ana gobierna el pueblo bueno.

El escritor Fierro, simpatizante de la causa, es llamado para resolver diversos asesinatos y, sin experiencia alguna en el manejo de armas o en la ciencia forense más allá de sus ficciones, pone manos a la obra, la cosa se torna más cabrona cuando una norteamericana es asesinada en Santa Ana y la autoría de su muerte apunta a los caciques del PRI, me abstengo de contar el final para evitar spoilers por si algún interesado quiere echarle ojo.

De algún modo, con todísima proporción guardada, se me antoja pensar que la Cuarta Transformación podría caminar por los recovecos de la historia que hace 31 años imaginó Paco Ignacio en su utópica Santa Ana, un gobierno con dilección para el pueblo pero que se tropieza con el poder fáctico de los ojetes mangantes que lo termina por rebasar, un experimento bellísimo, sí, pero que acaba carneado por la mezquina y re pinche realidad.

La necedad conjugada con la ingenuidad y hasta la franca ignorancia de muchos de los principales actores en el próximo gobierno le auguran un desenlace de fracaso, eso sí, muy divertido en el transcurso que dura el proyecto.

Sería una lástima que un proyecto arropado por una mayoría que vio en Andrés Manuel López Obrador una alternativa de cambio termine como un experimento transterrado por inviable, por ingenuo, por necio.

A diferencia del ayuntamiento rojo de Santa Ana, México no es homogéneo, si AMLO ganó con 30 millones de votos los números, tan crueles y fríos, revelan que 60 millones no votaron por él.

La embriaguez del triunfo de AMLO podría provocar lo impensable, que la mayoría se una en su contra y la fórmula parece estar en el discurso radical.

Demasiados frentes abiertos, demasiada estulticia, demasiado ego, ¿qué podría salir mal?

DE COLOFÓN.— ¡Cuidado, están intentando extorsionar en nombre de la 4T!, empresarios de muy alto nivel en México han recibido llamadas telefónicas a nombre de personajes clave del próximo gobierno, les piden dinero a cambio de apoyarlos en sus proyectos, cuando se verifica la identidad resulta que todo se trataba de intentos de extorsión.

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