Cuando a los mexicanos nos preguntan sobre nuestros procesos democráticos difícilmente tenemos referentes inmediatos.

Para los que vivimos esta época podríamos mencionar los pasados comicios de julio 2018 o en su defecto hacemos referencia a Madero y la lucha revolucionaria de principios del siglo XX.

Lo vivido en esta semana en nuestro país, en específico en el Senado de la República con la aprobación del proyecto de Guardia Nacional por 127 votos a favor, logrando la unanimidad en la Cámara Alta.

Y estimado lector (a) ustedes podrán preguntarse por qué al inicio de esta participación hablo sobre la "naciente democracia mexicana", aquí mi argumentación.

Anteriormente los proyectos de ley emanados del Ejecutivo eran aprobados a ojos vendados si los partidos mayoritarios tenían buena relación con el Presidente.

Hoy como debe de suceder en una democracia, vivimos una situación nunca antes vista, el proyecto aprobado por unanimidad tiene modificaciones al presentado originalmente, dato que habla sobre un sano balance de poderes.

Hoy tenemos una Guardia Nacional que tiene como principal objetivo el pacificar la vida nacional, con carácter civil y con una doctrina que busca fomentar el servicio social, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la realización del trabajo con absoluto apego a la ley.

Sumado a esto se fija una fecha al ejército para regresar a los cuarteles que será en 2023.

Por eso no permitamos que nos desinformen los mismos personajes que desde 2006 militarizaron el país, este importante paso que se dio en el Senado es fruto de la suma de voluntades por lograr la cuarta transformación nacional, ahora esperemos que esta lógica de colaboración a favor del pueblo permeé a nivel local.

Google News