¡Navidad, Navidad llegó la Navidad! ¡Jajaja! Este es el mes que más me gusta del año, bueno, todos me gustan, pero diciembre en particular es un mes que me pone de muy buen humor.

Hoy les quiero hablar de la memoria alegre y de cómo somos capaces de auto inducirnos felicidad y alegría mediante los recuerdos, las proyecciones a futuro o las fantasías.

En algún artículo pasado les comenté  cómo,  mediante nuestra capacidad neurológica, podíamos programar un estado de ánimo. En esta ocasión les quiero hablar de cómo cambiar una situación adversa o simplemente hacerle frente al día o a alguna circunstancia mediante los pensamientos alegres y la memoria alegre.

Les voy a contar de una dinámica que empecé  a manejar desde hace un par de meses, yo soy una persona muy feliz, pero a partir de estar practicando mi memoria alegre, me siento mucho mejor en todos sentidos y ello se multiplica en mis relaciones interpersonales.

Esto que les voy a contar es algo que les ha pasado a todos, pero que no tenemos el hábito de hacerlo en una consciencia práctica diaria; y lo irónico es que lo podemos activar para nuestro bienestar con solo la memoria, la imaginación o nuestras ilusiones.

Hoy que desperté, revisé mi agenda, mis temas laborales, personales, y las tareas que tengo que anticipar para mañana. Mi día se veía muy, mucho, muy nutrido de actividades, cuando me fui a bañar estaba pensando en lo largo y pesado que iba a ser el lunes y antes de empezar mi rutina ya me sentía cansada y abrumada.

Entonces me acordé de este ejercicio: generarme una ilusión (alegría o logro) a futuro. Lo cual me llevó a acordarme cuando inicié con Crettaro Fitness, empresa que evolucionó al Método y’u y todas las satisfacciones que esta aventura de vivir me ha dado.

Luego pensé en auto reeducarme para tener una actitud positiva. Recuperé en mi memoria el nacimiento de Rebeca, mi hija. La primera carcajada de mi hijo Fernando. Mi alegría cuando me casé con Roberto... Todo lo pude ver y sentir nítidamente en ese instante y mi pesar y pre estrés desapareció.

Nuestra programación emocional y física depende mucho de nuestra consciencia, memoria y pensamientos. Úsalos a tu favor para que tu día a día se una festividad, para generar energías positivas, para  motivarte.

Recupera recuerdos lindos por las mañanas, invéntate logros antes de dormir, piensa y concéntrate en cosas que se equilibren en lo positivo tanto mental, física y emocionalmente. Recupera estos elementos de tu vida, reinvéntalos, revívelos. Siéntelos, entiéndelos, reprodúcelos. Todo está en ti, tu mente y tu cuerpo son tu propia tecnología.

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