La tragedia de la Línea 12 del metro ha dejado una herida profunda en el pueblo mexicano. Nos ha demostrado las consecuencias graves de una obra mal planeada y peor administrada.

Han pasado dos semanas de la tragedia y hasta la fecha no se ven acciones concretas a favor de las víctimas. Además de afrontar el dolor por perder a sus familiares, ahora los deudos tienen que costear abogados para obtener lo que por Ley les corresponde. Y es que en medio de la tragedia están intereses políticos que llegan hasta las más altas esferas del poder.

Y es que el accidente impacta en dos de las figuras políticas más notables de la 4T. Por un lado, el canciller Marcelo E., quien fue jefe de gobierno cuando la línea se construyó y, por otro, la actual gobernante Claudia S., quien además de ser la encargada de darle mantenimiento al metro, puede ser responsable por aplicar políticas de austeridad sin motivo razonable.

Ante la gravedad del asunto, tuvo que ser el mismo presidente de la República el encargado de desviar la atención. En su tradicional mañanera tuvo que salir a difundir otro tema: el supuesto fraude electoral en el estado de Nuevo León.

El chivo expiatorio fue el candidato al gobierno de Nuevo León, Adrián de la Garza, de la coalición Alianza por tu Seguridad, conformada por el Partido Revolucionario Institucional, Verde Ecologista, Nueva Alianza y Demócrata; quien va en primer lugar en las preferencias del voto y es claro ganador de la elección.

El ataque se centró en la propuesta que  hace el candidato de un programa social, que tendrá por finalidad entregar un apoyo a mujeres llamado Por Ti Mujer Fuerte, similar al Salario Rosa del Estado de México y otras entidades. Tal fue el anuncio, que la Fiscalía General de la República casi de inmediato informó vía Twitter que había iniciado las investigaciones correspondientes por supuestos delitos electorales.

La jugada mediática fue brillante, porque el objetivo se consiguió: desviar la atención y las críticas sobre la tragedia de la Línea 12 del metro.

Afirmo lo anterior, porque existen múltiples resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y del Instituto Nacional Electoral, donde han señalado que la entrega de publicidad tipo “tarjetas” que hablen de una propuesta de campaña, como el “salario rosa”, no son delito, pues se trata de propaganda que se distribuye como cualquier otra.

Pero además, abramos los ojos, el salario rosa es una propuesta que, además de viable, es justa. Se trata de una retribución a las miles de mujeres que, sin recibir pago alguno por su esfuerzo, trabajan en su hogar de maestras, psicólogas, cocineras, administradoras, etc.

Luego entonces, no nos confundamos.

El supuesto delito que se pretende adjudicar no tiene sustento y en realidad todo el “circo” armado sobre si la entrega de dichas tarjetas es o no delito, se trata más bien de un distractor que tiene un fin particular y siniestro: desviar la atención de una de las tragedias más graves que ha sufrido México.

Por eso, este 6 de junio debemos pensar muy bien nuestra decisión y ver por cual proyecto político vamos a optar y a darle nuestra confianza. Por mi parte, te invito a que no te dejes engañar por falsas noticias y denuncias frívolas, mejor arropa el proyecto que en realidad representa un cambio verdadero… el proyecto que implica el CAMBIO VALIENTE.

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