Seamos realistas, las posibilidades de que el Monterrey le gane al Liverpool en las semifinales del Mundial de Clubes son muy remotas. Pongámoslo así: de 100 partidos entre estos dos clubes —que son top en sus diferentes Ligas y confederaciones—, 99 los ganarían los ingleses y solamente uno, los regiomontanos.
Y no se trata de un tema de fobias contra los Rayados ni mucho menos, lo mismo pasaría si se tratara del América, el Pachuca o el Guadalajara, que también han participado en esta competencia que, por cierto, para 2021, es decir, en un par de años, cambiará su formato.
Por eso es que el Monterrey que dirige Antonio Mohamed debe enfocarse en ganar la Liga, tomar este Mundialito como una buena pretemporada para la serie final contra el América, ya que mientras ellos jugarán contra el campeón de la Champions League, su rival lo hará en un amistoso ante los Leones Negros del Ascenso MX. Y sin importar el resultado de este partido en Doha, que quede como una bonita anécdota para los regios que lo jugaron y para los que lo disfrutaron como aficionados.
Insisto, la prioridad de este equipo debe ser ganar el Apertura 2019. Porque se ganó ese derecho, esa oportunidad gracias a un movimiento muy oportuno por parte de la directiva al terminar su relación con Diego Alonso y regresar a Mohamed, quien volvió a darle personalidad y futbol a este equipo, lo que le alcanzó para meterse a la Liguilla. Ya lo que ha hecho después este equipo en la etapa final del torneo mexicano ha sido magnífico; tanto así, que en el duelo por el título ante el América no existe un favorito como tal y la única ventaja que podría tener el equipo que dirige Miguel Herrera es cerrar en casa, porque en lo futbolístico se trata de planteles parejos, con opciones para atacar y ser equilibrados a la vez.
En fin, el Monterrey tiene mucho más que perder en su regreso a México que en su aventura por Qatar.
En el futbol hay clases sociales y el Monterrey debería entenderlo para bien. Porque mientras en México es el equipo que más valor de plantilla tiene en el mercado, uno de los más poderosos, en el duelo directo ante el Liverpool está ampliamente desfavorecido en este renglón. Y para ejemplo, ahí esta lo sucedido en la otra semifinal del Mundial de Clubes entre el Flamengo —campeón de la Copa Libertadores— y el Al-Hilal de Arabia Saudita —campeón asiático—, que estaba sorprendiendo en el primer tiempo del partido venciendo por la mínima al cuadro brasileño, que después apretó y le terminó pasando por encima.
Entender estas diferencias puede ser hasta benéfico, siempre y cuando se ubiquen y entiendan el lugar que ocupan con relación a su rival de este mediodía. Jugar con sus posibilidades y con respeto debe alejarlos de esos sueños guajiros que los pueden distraer de lo que tiene que ser su verdadero objetivo. Si el Monterrey se empecina en querer vencer al Liverpool a toda costa estaría arriesgando la oportunidad, ésta sí real, de ganar otra vez la Liga y ese sí sería un gran fracaso.
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