La pandemia que ha llegado al planeta genera un clima de zozobra, riesgos graves y un creciente temor. Se mueven los referentes con los que se vive y se calcula la vida cotidiana. Así, a las emergencias del escenario rutinario, se agregan impactos y decisiones que día a día nos muestra una bitácora dominada por la incertidumbre. Las fronteras se cierran, los espacios públicos se vacían, los mercados financieros se desploman, muchos países entran en cuarentena. El espacio informático se ha empezado a saturar y es el tema más importante de cualquier red noticiosa. Vivimos lo que Ulrich Beck llamó una sociedad del riesgo, que se vive con la ansiedad de no saber hasta dónde va a llegar el coronavirus, Covid-19.

Detrás de la emergencia surgen las estrategias para enfrentar la enfermedad en distintos países. En China, origen del virus, se tomaron medidas radicales para tratar de contener la emergencia. El seguimiento en tiempo real de cómo se construyó un hospital en Wuhan en sólo diez días, fue impresionante. Luego vino la fase de contagio, primero en Irán, Corea del Sur y en Italia; un poco después llegó la emergencia a España y a otras partes de Europa, y hoy decenas de países tienen el virus con diferentes niveles de gravedad. En Estados Unidos Trump dio un manotazo en la mesa, como es su costumbre, y anunció que se cancelaban los vuelos procedentes de Europa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fue anunciando paulatinamente el avance de la enfermedad hasta que la semana pasada declaró la pandemia.

La “propagación de enfermedades es un efecto secundario negativo de la globalización” (Stiglitz), por lo que al igual que con el cambio climático, se necesitan respuestas globales y mucha cooperación. En este escenario los que quedan descolocados son los que quieren el encierro de sus países, los que militan para romper con los foros de multilaterales. También empiezan los usos políticos que se le quiere dar a la pandemia. Trump está en su campaña para la reelección y el manejo de la emergencia sanitaria será un factor importante, quizá decisivo, en las elecciones del próximo 3 de noviembre.

En México la información sobre el virus se ha intensificado y todos los días sabemos sobre el aumento de los casos que hay. De los tres escenarios: importación viral, dispersión comunitaria y epidémico, el país sigue en la fase uno, en la cual no es necesario cancelar eventos públicos, ni restricciones para las actividades escolares o laborales, y simplemente hacer medidas de higiene como lavarse las manos. Sin embargo, varias instituciones —sobre todo en el medio educativo— han decidido tomar medidas, adelantarse y suspender actividades. Al mismo tiempo, el escenario económico financiero y la globalización, ya tuvo sus efectos críticos en los mercados internacionales y en el país: el precio del petróleo se desplomó, el peso se devaluó y la bolsa de valores bajó de forma muy importante.

El ciclo de la enfermedad tienen sus tiempos y aquí empiezan las dudas y las preguntas sobre el manejo oficial de la pandemia. El gobierno federal ha decidido ir por pasos en los escenarios, pero el argumento contrario es que nuestro país ya debería tomar medidas más radicales y suspender actividades con el fin de evitar un contagio masivo (comunitario o epidémico), como ha sucedido en otros países. La duda es si México está perdiendo tiempo valioso para anticiparse a un escenario que llegará hacia fines de marzo. Algunos gobiernos locales han suspendido eventos masivos como el tianguis turístico y otros decidieron mantener el Vive Latino.

Lo que hace unos días Giorgio Agamben llamó el “estado de excepción provocado por una emergencia desmotivada” hoy ha tomado plena vigencia. En salud siempre será mejor exagerar la prevención, que lamentar por no haberla implementado a tiempo. Si el cálculo y la estrategia del gobierno de AMLO fallan y en unos días el país entra en un escenario crítico que se pudo anticipar, habrá altísimos costos políticos. Por lo pronto, en México seguimos a la espera del infortunio viral que supuestamente llegará en los próximos días…

Investigador del CIESAS. @AzizNassif

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