Las elecciones legislativas de Estados Unidos se han convertido en “presidenciales”, en las que Donald Trump vuelve a ser el candidato omnipresente y violento que agita la identidad y la inmigración. Estas elecciones son una especie de plebiscito para su presidente.

Se renuevan 35 de los 100 senadores, actualmente el Partido Demócrata cuenta con 47, el Republicano con 51 y 2 independientes. Se renueva toda la Cámara de Representantes, también se elegirán a 36 de los 50 gobernadores de los estados.

El Partido Republicano obtuvo 51 senadores y el Demócrata 44, en la Cámara de Representantes los demócratas obtuvieron 200 y los republicanos 196. Aunque los demócratas lograron retomar el control de la Cámara de Representantes, ganando hasta ahora los 23 escaños más, la jornada no fue la “ola azul” que esperaban. En el Senado los republicanos añadieron escaños a su mayoría gracias a una fuerte campaña que el presidente Trump hizo a su favor.

El resultado es decisivo dentro y fuera del país. En poco más de año y medio en la Casa Blanca, Trump ha impuesto un discurso violento. Ha roto todos los códigos no escritos, ha normalizado el insulto público, ha equiparado a neonazis con activistas contra el racismo.

Una línea que utilizó en su campaña es el discurso contra la inmigración y ha señalado como “ogro” la caravana a de miles de inmigrantes centroamericanos que trata de cruzar México para llegar a Estados Unidos. “Si quieren más caravanas y más crímenes, porque lo uno va con lo otro, voten a los demócratas; si quieren fronteras fuertes y comunidades fuertes, voten a los republicanos”, declaró, y ha enviado a la frontera sur a 5,200 soldados en activo, una cantidad similar a los desplegados en Irak, con el argumento de protegerse de la famosa caravana.

Trump los ha amenazado, les ha dicho que no son bienvenidos, los ha utilizado como bandera política para agitar las fibras xenófobas de los sectores más conservadores. Anunció que su gobierno está preparando un plan para negar el asilo a los migrantes que entren sin acceder legalmente. Su intención, ha dicho, es hacerlo mediante orden ejecutiva.

Los migrantes han sido el protagonista involuntario de las votaciones intermedias. Con o sin conocimiento de causa, pues surge la duda, ¿quién está detrás de la caravana de migrantes? Diversas opiniones han referido que detrás de este fenómeno social hay otros intereses personales.

Después de dos años en el poder, Donald Trump ha vuelto a conseguir un apoyo masivo de una parte del país, mayoritariamente rural, blanca y conservadora. La otra mitad del país, urbana, multicultural, y liberal, también salió a votar masivamente en su contra. No hay un ganador definitivo en esta elección, por lo tanto, no podrá pasar una nueva ley de importancia en el resto de su periodo hasta las elecciones presidenciales de 2020, pues los demócratas probablemente bloquearán cualquier iniciativa en el Congreso

También tendrá que resolver las investigaciones su contra, pues serán impulsadas desde la legislatura en los próximos dos años, lo que puede traerle un desgaste.

Algunos columnistas, dicen que Trump aun goza de aceptación, sin embargo, el triunfo obtenido por el Partido Demócrata en la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de período celebradas este martes significa el fin de la hegemonía republicana en el Poder Legislativo y puede cambiar significativamente la dinámica política en el país.

A partir de ahora, las iniciativas del presidente, no solo deberán superar el escrutinio del Poder Judicial, que desde 2017 ha sido el principal órgano de control sobre el Ejecutivo de Trump, sino que además se toparán con una Cámara Baja regida por una mayoría demócrata.

La reelección en 2020 está más cerca.

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