El fenómeno electoral que simboliza Morena ha sido tal, que logró el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador en 2018, acompañado de la conquista de la mayoría de los congresos locales, al igual que en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, inclusive ha sido suficiente para que hoy en día después de varias elecciones intermedias, el partido guinda sea quien encabece la administración estatal de 21 entidades a lo largo y ancho del país, estos logros son sólo el reflejo de la confianza que las y los ciudadanos le han brindado al partido fundado por AMLO, así como la satisfacción por el trabajo realizado por el actual titular del Poder Ejecutivo federal.

Uno pensaría que los alcances de tal fenómeno político, serían suficientes para que las diferentes tribus al interior se alinearan a los intereses de la llamada Cuarta Transformación nacional y dejaran a un lado las ambiciones vulgares que irremediablemente siguen impregnadas en el pensamiento de varios integrantes de Morena, estos escenarios los podemos observar a nivel federal y evidentemente en Querétaro, muestra de ello fue el comportamiento del senador Ricardo Monreal durante todo el proceso que tuvo la tan sonada, debatida y criticada reforma electoral, primero con el clásico estire y afloje, utilizando retórica barata, momentos históricos poco documentados, para consumar su traición votando en contra del Plan B en materia electoral. Afortunadamente los tentáculos del zacatecano no son lo suficientemente largos para siquiera hacerle ruido al Presidente, por ello y aunque busque curarse en salud, Ricardo Monreal quedará  para la eternidad en la vitrina de los traidores al movimiento que nació para transformar la vida pública de México.

La expresión popular dicta que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, y en el caso de nuestro estado se vivió algo muy similar con la votación del presupuesto estatal, cuando un diputado y dos diputadas de Morena decidieron votar a favor la propuesta emanada de la Casa de la Corregidora y de la mayoría blanquiazul en la Legislatura local, desobedeciendo por completo el mandato del Consejo Estatal, cuya indicación dictaba votarlo en contra por ser una propuesta que poco abarca las necesidades prioritarias de la población. Estos legisladores demostraron lo ajenos que son a la filosofía y principios del partido movimiento, y como no, si tal como lo mencionábamos al inicio de este párrafo, un integrante de esta tercia de levantamanos, siempre se ha jactado de pertenecer al grupo de Ricardo Monreal, no cabe duda que Dios los hace y ellos se juntan.

Más allá de las traiciones que se viven en diferentes frentes de la vida política nacional, este tipo de actos sirven para que aquellos dinosaurios se quiten la máscara y muestren sus verdaderas intenciones. Queda claro que nadie secundará a los que cegados por su puestecito, asumen que son más grandes que el partido que les hizo llegar al lugar en donde están.

Tiempo al tiempo, viendo estos resultados es importante exigir que la anterior dirigencia de Morena Querétaro explique cuál fue el proceso para que los actuales legisladores ocupen un espacio de representación popular, donde sólo representan sus intereses y ambiciones.

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