Sí, la eliminatoria no parece definida. Al América le basta ganar en León, con dos o más goles a favor, para clasificar a la final del Clausura 2019,pero —hasta ahora— su Liguilla ha sido muy mala, decepcionante para un equipo que busca el bicampeonato de Liga y el doblete, si se toma en cuenta el título de Copa obtenido en Ciudad Juárez.

De los seis tiempos jugados por el equipo de Miguel Herrera en esta fase final, sólo dos se salvan: los primeros de la serie frente al Cruz Azul, los que le tienen en esta semifinal. El resto ha sido indigno, ya sea por la postura de su entrenador o la incapacidad para anotar e incluso hasta generar opciones de gol. Porque anoche, Rodolfo Cota no fue la figura. Ni siquiera eso fueron capaces de hacer: justificar su falta de capacidad con una buena actuación del portero rival.

El América salió de su casa por la contingencia ambiental extraordinaria en la Ciudad de México y habrá quien lo ponga como pretexto o justificación, pero un equipo como éste no puede permitirse algo así. En el Estadio Azteca jugó un deplorable encuentro de vuelta frente a La Máquina, pero Agustín Marchesín maquilló todo con sus valiosas atajadas.

El campeón no se ha visto bien, como casi ningún equipo en esta Liguilla, y el León lo aprovechó. Ayer no fue el mejor partido del líder, pero hizo lo que ya es costumbre: triunfar. Ha ganado 16 de sus más recientes 17 partidos en el torneo y eso no es poca cosa en un campeonato que vive bajo la premisa de que cualquiera le puede ganar a cualquiera.

A este equipo no, porque se sabe mover dentro y fuera del campo. Las gestiones para retener aJosé Juan Macías, quien reportará tarde con la Selección Sub-20 para el Mundial, rindieron frutos. El chico marcó la anotación que tiene a los guanajuatenses muy cerca de su primera final en cinco años.

El León es un equipo que destaca dentro de una Liguilla que se describe como una serie de partidos en los que los equipos contendientes por el título del futbol mexicano tienen un miedo, un pavor a perder, que los hace cuidarse al extremo y dar pobres espectáculos sobre las diferentes canchas.
Son ya 10 partidos de esta Liguilla y muy pocos minutos de grandes emociones. Por el contrario, han sido más los momentos de tensión por la estrategia de no perder antes de querer ganar, que se han visto encuentros realmente pobres.

Y le pueden llamar nerviosismo, precaución, calma o salir con la estupidez de que son partidos de 180 minutos y que esto no ha terminado, lo cierto es que es una de las etapas finales más pobres de los últimos años.

De lo que llevamos hasta ahora, ningún partido ha cumplido con las expectativas y en la única serie en la que se ha vivido una emoción extra fue en la vuelta de los cuartos de final entre el Cruz Azul y el América, y eso porque el equipo dirigido por Pedro Caixinha estuvo cerca de eliminar a los de Coapa, que mostraron una de sus peores versiones. Al final, la incapacidad cruzazulina acompañó bien al temor americanista.

Ese que anoche volvió a aparecer en Querétaro,aunque lo peor es que cuando parecía quitársele al campeón, recibió el gol que lo tiene al borde del adiós.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

Google News